sábado, 3 de agosto de 2019

REBELDE SIN CAUSA

Dir.: Nicholas Ray
1955
111 min.

He de decir que me parece una película mucho más calmada de lo esperado. Supongo que si se necesitaba que las chicas se enamorasen James Dean, había que dotar a su personaje de una parte tierna, cálida y demás cosas poco rebeldes.

El caso es que, salvo con su familia, no se comporta demasiado mal. De hecho la primera escena de la peli, en la que le llevan preso a comisaría por haber bebido siendo menor, no presenta a un delincuente. Para empezar tiene 24 años y no es tipo violento. Le cuenta sus problemas al policía y nada nos indica que sea negativo. Resumiendo: poco rebelde.

La causa de su “rebeldía” es el honor que considera que su padre no tiene. Verle humillado hace que él quiera hacer lo que en su moral considera correcto. Es cierto que el padre es un personaje negativo porque no tiene ideas propias y nunca dice una frase que ayude a nadie, vive con su suegra como signo de que no se ha sabido imponer… Lo lamentable es que uno de los máximos momentos de humillación para el hijo es cuando ve a su padre limpiar del suelo una cosa que se le acaba de caer con un delantal de mujer. Esta escena es escandalosa. ¡Un hombre limpiando! ¿Cómo se rebaja de esta manera?

Las estructuras clásicas que hoy serían casposas funcionan muy bien. La carrera de coches por ejemplo. Gente que no tiene nada que hacer. Gente aburrida que encuentra la diversión jugándose la vida. Por supuesto los participantes deben ser masculinos. Las chicas están para observar, ser seducidas y trofeo para el ganador. Está rodado todo con tanta naturalidad y haciéndonos ver que eso era lo común que nada resulta escandaloso. La escena es maravillosa. Coches antiguos, motores que rugen metálicos, luces, polvo…

Por último hablemos de Platón. Un muermo. No hay quien empatice con él. Evidentemente sirve para mostrar la ternura de James Dean, pero me parece una falta de respeto para el espectador que salga tanto tiempo en pantalla este muchacho. Con falta de amor por todas partes y más tonto que un palo. Idealiza al protagonista y prácticamente quiere que sea su padre. Cuando le pegan el tiro al final prácticamente es una alegría.

Tiene todo lo de una película antigua. Lo que está bien, pero las intensidades poco intensas mal.