sábado, 3 de octubre de 2020

MEAN GIRLS

Dir.: Mark Waters
2004
97 min.

Estadounidense en el peor de los sentidos. Recoge la tradición, quizás la sublima, de todas las películas de instituto. Aquí hay una doble repercusión: formal en tanto que el guión es enormemente simple; pero también argumental ya que todo cuanto ocurre resulta distante. Quizás a un alumno de instituto estadounidense le fascine esta película, pero cualquier otra persona debe sentir a la fuerza gran distancia hacia ella.

Hay algo de desfase en esta película que la diferencia de otras de este subgénero. El componente sexual es mucho más alto de lo que se acostumbra. Los pechos de las cuatro protagonistas son una constante en la película. Esto genera bastante incomodidad. Como es habitual, a las alumnas de instituto las interpretan actrices de mayor edad que la que la película nos promete. Hay aquí una dualidad entre unas tetas de chicas pechugonas y la convención de que son adolescentes. De alguna forma parece una traducción del sexo testosterónico de “American Pie” a la feminidad que desprende esta película.

También está ida de madre en un buen sentido la casa donde vive la lideresa de Las Plástico. Esa mujer absolutamente loca y obsesionada con la juventud, envidiando a su hija desesperadamente. Todo rosísima. Con respecto a esta chica parece que se quisiera hacer un personaje sin ningún tipo de escrúpulo. Ocurre que la maldad a unas escalas tan nimias impide que la veamos como poco más que estúpida.

El desenlace es patológicamente estadounidense. Por un lado la votación para el concurso de primavera para hacer una escala de popularidad en base a nada y recompensa absolutamente nada. Pero no sólo esto: la protagonista se rebela ante este sistema de una forma aún más norteamericana: decide repartir el premio entre todos. En lugar de desvelar el traje nuevo del emperador, lo reparte entre todo el mundo. Pasamos de un gimnasio donde decenas de personas adulan a alguien por nada a un gimnasio donde decenas de personas se adulan a sí mismas por nada.

Ni siquiera es un final feliz. La película trata de convencernos de ello con su banda sonora naíf pero lo que vemos es que la película trata de un mal endémico. Cientos de alumnos con severos problemas sociales vivirán con inseguridades imponiendo un frágil escalafón año tras año que se demolerá si, con suerte, alguien decide atacar más fuerte.

La profesora de matemáticas resultaría inspiradora si no fuera por lo marginal que consideran los estadounidenses esta rama del saber. ¿A quién le gustan las matemáticas? A gente rara. No hablo ya de que deban ser feos (entendiendo por feo el ofensivo caso de indios y chinos); deben ser marginados. Aquí usar inadaptados sociales no haría ninguna diferencia con el resto de la promoción. El concurso matemático donde la protagonista debe contestar una pregunta sobre límites es un poco lamentable. Esa respuesta de el límite no existe no es más que la obsesión estadounidense por pensar fuera de la caja. Queriendo mostrar a la desesperada que la protagonista tiene facultades especiales. Desde luego hay que ser especial para proclamar que te gusta el cálculo sin haber atendido a la clase de límites.

La película es cruel en algunos momentos. No me refiero a un humor negro como cuando una chica en silla de ruedas se lanza a una multitud, cae al suelo y probablemente termine en un traumatólogo, pagado a duras penas. La menos interesante de Las Plástico termina siendo chica del tiempo. Quizás me equivoque, pero aquí veo un ataque muy directo hacia las periodistas climatológicas. No sé si en Estados Unidos su fobia a la ciencia los habrá llevado a que los reporteros del tiempo no sean físicos como debe ser un climatólogo.

Por otro lado veo que la película ha desaprovechado una oportunidad de normalización de la diversidad sexual. Hacen un buen trabajo con el chico que perpetra el ataque a Las Plástico y que está encantado de conocerse. Sin embargo la poca concisión al referirse al lesbianismo de la resentida gótica nos tiene en una bámbola muy incómoda. Al terminar se lía con el chico indio. ¿Quizás quieran reivindicar la bisexualidad? Puede ser, pero no se ha hecho referencia a ella en ningún momento.


No hay comentarios:

Publicar un comentario