viernes, 30 de abril de 2021

EL HOMBRE CON RAYOS X EN LOS OJOS

Dir.: Roger Corman
1963
80 min.

Curiosa traducción explicativa para el título original “X”. La letra X tiene un culta en esta película que justifica las parodias que se harían del género más adelante. Por ejemplo el protagonista se llama Xavier y el bote donde lleva su suero tiene una etiqueta que lo único que dice bien grande es X.

Con respecto a todo lo demás no hay nada demasiado interesante. El protagonista nos falla por demasiados sitios. Es un médico que inventa un suero con el poder de la clarividencia. Su objetivo es hacer mejores diagnósticos. Sin embargo a ojos del mundo él debe ser un villano o por lo menos un monstruo. Para conseguir esto, la película fuerza que él tire a su amigo por la ventana. La verdad es que es la escena donde la película luce cutre a más no poder.

Esto le vale la condena de permanecer oculto. Primero como freak de feria y después como sanador. Nada de esto nos interesa demasiado. Ocurre que debe llevar siempre unas gafas oscurísimas y que debe permanecer siempre con los ojos cerrados para no ver demasiado. Todo esto lo sabemos porque lo va contando. Muchas veces es información que dice al aire. Otras veces está contando cosas a gente que ya las sabe…

Cuando al final quiere rehacer su vida junto a una compañera necesitan dinero y va a Las Vegas. Juega al blackjack y lo hace perfectamente porque conoce las cartas. En vez de conseguir un botín modesto decide ganar 20.000$ y pelearse con el dueño del casino. No parece una acción muy inteligente para alguien que ha hecho un descubrimiento tan importante.

En una trifulca se le caen las gafas de sol desvelando sus ojos que ahora son dorados. Cegado por las luces conduce como un poseso para perderse en el desierto. La persecución es un coñazo. Son volantazos y sonidos de ruedas contra la carretera. Cuando tiene el accidente que era inevitable sí tenemos algunas imágenes más sugerentes de él andando a tropezones por el desierto.

Termina encontrando una carpa que hace las veces de iglesia. Los fieles no hacen más que vociferar aleluya. Cuando él se acerca al párroco a decirle las cosas que ha visto (tinieblas y un ojo que nos controla desde el centro del universo) éste le dice que en el evangelio de San Mateo está especificado que la forma de proceder en esos casos es arrancarse los ojos. He de reconocer que la película se resuelve de manera magistral. ¿Qué se necesita? ¿Acabar con el poder? Pues adelante con eso.

Los elementos más propios de la ciencia ficción que son las luces que ve el tipo no funcionan muy bien. Nos cansan muy rápido. Lucen demasiado como un efecto de cámara. Es sólo difracción. Resulta casi más estimulante la espiral rosa y negra que vemos en los títulos de crédito. En la música sí que suenan los coros que uno esperaría del género.

Lo que más lastra la película sin ninguna duda es la falta total de carisma del protagonista. Siempre tiene la misma actitud de no ser capaz de tomar iniciativa de forma coherente. En particular la escena en la que ve a todas las mujeres desnudas por primera vez, él no ayuda en absoluto a la película. No pueden mostrar en pantalla desnudos luego la película en sí misma no puede tener la fuerza que la situación requiere. ¡Pero su actitud no ayuda en nada a levantar la escena!


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