viernes, 12 de mayo de 2023

EL SOPLO AL CORAZÓN

Dir.: Louis Malle
1971
115 min.

Sería demasiado generoso decir que es una película sobre la iniciación a la vida adulta. Su tema principal es la iniciación a la sexualidad masculina. El desvirgarse del protagonista acarrea una moral que ejercer en su madurez. Así por ejemplo el cura de su colegio le impone una penitencia altísima por haberse masturbado y segundos antes le ha estado manoseando el muslo.

Laurent descubre las infidelidades de su madre. Por la época en la que está hecha la película esto apela de inmediato a la moral burguesa de una sociedad biempensante. Se avergüenza de lo que hace su madre. Pero parece que esto le da igual siempre que ella le preste el suficiente cariño a él. Cuando más llamativa es esta contradicción entre la imagen que debe dar una familia de bien y sus acciones reales es precisamente al final de la película. Cuando el padre descubre que su hijo menos se escabulle por las noches de su habitación para dormir con otras chicas. Ahí toda la familia ríe y prácticamente le falta al padre decirle a su hijo muy bien chaval y colocarle un puro en la boca.

Me gusta de la película lo incomodísimo que puede resultar para alguien de la edad de su protagonista. Él por su edad se cree el rey del mundo. Cuando una chica lo rechaza, él prefiere pensar que ella es lesbiana. Por supuesto la película no pierde la oportunidad de hacer que la madre de ella, burguesa, lo oiga para poder escandalizarla. Tiene esta pedantería que veíamos en “Academia Rushmore”. A él le sirve para darse un aire de madurez y para que las chicas le escuchen encandilado. Una intelectualidad que casi podemos reconocer en Woody Allen, pero con una cierta elegancia francesa que no tienen en Estados Unidos. Como digo me parece que quien se pueda ver identificado con esta temprana adultez, tendrá que salir despavorido al ver que ese homúnculo termina acostándose con su madre por querer ser amo y señor de cuantas mujeres tiene a su alrededor.

Entiendo que la ligereza de la madre que tanto ofende al hijo está relacionada con que ella sea italiana. Esa jovialidad que la hace bailar con varios hombres, tener amantes y decir que, simplemente, tiene una forma especial de querer. Ella de hecho deja a un amante porque le exige que deje a su marido. Esta conversación la escucha Laurent. Él se queda en el balneario donde se trata su enfermedad cardiaca verdaderamente abandonado. Lo que hace a continuación es une escena intrigantísima. Coloca la ropa interior de su madre en la cama para dibujar su silueta. Él se pone sus joyas y delante del espejo repite la conversación que los dos adúlteros han tenido unas horas antes. Entre estos dos personajes hay una escena que me resulta divertida. Mientras ambos yacen Laurent escucha en la radio el Tour de Francia (¿hay algo que te convierta en adulto más drásticamente?). La película utiliza la llegada a meta de una etapa de montaña como alegoría del éxtasis sexual que se vive tras el tabique.

La primera escena incómoda que vemos es el momento en el que los hermanos de Laurent se presentan en su habitación, uno de ellos travestido para hacerle rabiar. No recuerdo cómo se las apaña la escena para terminar así, pero la situación desemboca en los dos hermanos mayores midiéndose los penes. Esto ocurre bastante al principio de la película. Me parece una forma de dibujar la sexualidad masculina de esa edad muy representativa.

Para hacerla aún más incómoda si cabe, en la escena en la que madre e hijo consuman ella está borracha. No sé si es un recurso de la película para que ella esté en una mejor posición moral. Desde luego hoy en día sí que posiciona al hijo bastante peor. Es cierto que lo máximo que vemos aquí es a Laurent besando apasionadamente el escote de su madre, el resto va en elipsis. Pero sí hemos visto algo mucho más explícito cuando sus hermanos le llevan a un prostíbulo para que se desvirgue. Es un momento bastante incómodo. No tanto por la corta edad de él, sino por el infantil cuerpo que ello implica.

La parte que menos me interesa de la película es aquella de los primeros días en el balneario. En la que madre e hijo viven casi como enamorados, aún sin llegar al plano sexual. Es un tramo en el que el hijo se dedica básicamente a granjearse un enemigo masculino con el que disputarse los favores de su madre. Al contrario que otras masculinadas que Laurent hace de forma torpe, ésta es tan ruin que no dista mucho de cómo se comportarían realmente dos machos peleando por su hembra.

El componente izquierdista de la película está apuntado de una manera divertida. Mientras que los tres hijos tienen ideas anticoloniales, pidiendo la retirada de las tropas de Indochina, tienen un servicio al que tratan con el menor de los respetos. Los tres hijos se comportan como déspotas en su casa cuando no está su padre. Venden un cuadro cambiándolo por una falsificación. Se acaban el vino de su bodega. Persiguen a la asistenta… Es esa forma de estar en el mundo tan patriarcal en la que sólo se muestran respeto entre hombres; hombres que se hayan ganado este estatus.


No hay comentarios:

Publicar un comentario