viernes, 5 de febrero de 2021

LA BATALLA DE ARGEL

Dir.: Gillo Pontecorvo
1966
120 min.

La película se estrena en un momento magnífico para el izquierdismo, los años 60. Los sentimientos anticoloniales se explotan con maestría en esta película. Se asume la violencia. No me refiero a la lucha contra el invasor que podría ser Francia en Argel. Me refiero a que se asume que la sociedad es violenta. Aquí ocurre el juego en el que los Estados democráticos deben cuidarse de usar la violencia justa contra un pueblo que no considera suyos esos valores. Ellos no tienen que dar cuentas a ningún medio de comunicación. La modernidad del Estado francés contrasta con que en una cárcel en la década de 1950 aún se ejecute con la guillotina.

La fotografía es dura, el grano es fuerte, el montaje se corta en ocasiones abruptamente, los zooms son brutos… Es una maravilla. El sonido por supuesto satura con muchísima facilidad. Esto sirve a los disparos y explosiones, pero también a los tambores de la banda sonora. Quien más beneficiado se ve con este sonido son los gritos de las mujeres. Todo el gueto árabe suena casi como el monolito de “2001”.

Las escenas de violencia a ratos son muy naifes pero otros son impresionantes. Los muertos en las explosiones caen de una manera muy poco creíble. Esta carencia la palia el montaje en los tiroteos contra los policías. Esas escenas son magníficas, las pistolas salen de donde menos te lo esperas. La escena con los tanques disolviendo la manifestación es impresionante. El despliegue de extras es enorme. En general la guerrilla urbana es impresionante. Esas calles estrechísimas, llenas de escalones, una ventaja clara para los autóctonos frente a los europeos. Las casas, muchas derruidas, todas con terrazas en el tejado desde donde observan los militares. La arquitectura interior es imposible, con escaleras laberínticas y muros blancos.

Es fácil detestar a Francia en esta película. Principalmente por la cimentación de su capitalismo gracias a su colonialismo. Nos hierve la sangre al ver la comparativa del barrio protagonista con lo que ellos llaman el barrio europeo. Se deja pasar a los franceses europeos en los controles policiales. En mitad de una huelga larga se saca a la fuerza a los obreros del barrio para que trabajen para los franceses.

El tratamiento de los paracaidistas franceses es muy virtuoso. Lo primero que vemos de ellos es un desfile de bienvenida. La típica imagen asquerosa de traje de camuflaje, pantalones por dentro de las botas y cinturones ajustados. Vítores en la calle. Cuello anchísimo del teniente coronel. Nos esperamos a un ser sádico. Lo que recibimos es un hombre tremendamente inteligente y prudente. No mata sin necesidad, no se exalta cuando logra a sus prisioneros. Digamos que cumple su trabajo sin tacha. Pues aún así le odiamos. Supongo que esto pone de manifiesto el asco intrínseco de las fuerzas del orden.

Resulta curioso que no se trate mucho la ideología de las fuerzas opositoras. Al principio se nos cuenta que son un grupo religioso y no se vuelve a hablar más de esto. Supongo que si se rasca en su plan político, nos tendríamos que poner en su contra. No se promete una tierra libre. Nos sonaría muy extraño el islamismo prometiendo libertad.

Hay un par de escenas de rabiosa actualidad. Cuando el ejército de paracaidistas captura a una de las cabezas de FLN, se organiza una rueda de prensa para él. Los periodistas preguntan acerca de lo que ha hecho, claro, pero él siempre responde acerca del napalm y de lo malo que es el colonialismo. Se dice dadnos aviones y os daremos los cestos con los que ponemos las bombas. En otra rueda de prensa el teniente coronel rebela contra quienes llaman fascistas a los militares franceses en Argelia. De hecho él luchó contra los nazis en la resistencia francesa.


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