viernes, 2 de julio de 2021

EL PICO

Dir.: Eloy de la Iglesia
1983
104 min.

La película no está mal. La historia es buena, los diálogos pasables y en general está bien narrada. Pero hay carencias por todas partes que le dan un aspecto poco refinado. En pocas palabras se nota que el presupuesto es muy limitado. Hay verbalizaciones muy raras que nos sacan muchísimo de la historia. Por ejemplo cuando muere por una dosis de heroína uno de los protagonistas su amigo se acerca y sentencia: está muerto. Sin tomarle el pulso, sin alterarse sin hacer nada en absoluto salvo verbalizar lo que necesita que sepa el espectador.

Los cinco primeros minutos ya están plagados de droga. Esto los hace muy impactantes y nos carga demasiado para ser una presentación. Rápidamente la historia se estabiliza y lo cierto es que no tenemos tiempo para aburrirnos.

La música es un aspecto muy curioso de la peli. Tiene tres temas que se repiten con frecuencia. Son muy abundantes los sintetizadores que hacen que la peli suene antigua. En particular hay un tema que suena con un sintetizador estilo acordeón y que es muy difícil que pegue con nada. De hecho aparece en momentos donde no nos lo esperamos en absoluto. Aparece con el guardia civil volviendo a su casa en una transición de dos escenas muy diferentes que se ha resuelto de esta forma tan impostada, aparece al final, aparece cuando el guardia civil va a tener una conversación muy seria con el escultor (Enrique San Francisco). Esta última escena a la que me refiero es muy bonita. El hombre se queda muy triste al ver el rechazo que produce en la sociedad. Una sociedad de la que el cuerpo está totalmente alejada y de la que no se espera esa recepción.

Es muy bonito ver a Luis Iriondo haciendo de pelítico nacionalista vasco. A pesar de que no siempre esté genial en la interpretación y que su acento vasco suene tan poco evidente. Supongo que por una mala educación de la interpretación vasca actual.

Enrique San Francisco hace un gran papel. No por la interpretación, sino por la presencia en cámara. Ocurre como con muchos actores de Hollywood. Su actuación no es especialmente brillante pero llenan todos los planos en los que salen. Su momento de esplendor es la despedida con Paco. Es uno de los momentos con mejor montaje de toda la película. Es llamativo justo por eso. La película tiene varios momentos de montaje poco efectivos y otros directamente malos como el asesinato del Cojo y su mujer narcotraficante.

Aunque al final de la peli estamos acostumbrados, las voces suenan muy extrañas. Como en un doblaje raro. No parece que emanen de los propios actores. La que más rara suena, por supuesto, es su amiga prostituta que, por ningún motivo, es argentina. La actriz que la interpreta es de Barcelona. No había necesidad de que ese personaje fuera argentino. Lo es y el acento es lamentable. Aparte de la jerga forzadísima.

Para mi gusto, aparecen demasiados planos de inyecciones y demasiado cercanos.


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