viernes, 8 de octubre de 2021

LA ÚLTIMA ETAPA

Dir.: Wanda Jakubowska
1948
106 min.

La trama se desarrolla casi exclusivamente en el hospital femenino de Auschwitz. Esto nos permite ver el trato directo entre nazis y prisioneras. La película se aleja por tanto del militarismo al que nos tiene acostumbrados el cine americano cuando trata este tema. De igual modo vemos que estos nazis no son las máquinas de matar que son los soldados del cine americano. Más bien son seres bastante pasionales y algo rastreros. Así los vemos cómo en el espolio a los judíos los funcionarios se llevan una parte de forma corrupta y completamente asumida.

Sí se refleja esta frialdad en los altos cargos, pero ninguno de ellos pisa nunca el campo. Quizás el momento más frío es cuando un ingeniero habla acerca de cómo mejorar los hornos crematorios para aumentar su productividad. En esta misma escena se debate la conveniencia de poner a trabajar a los prisioneros, ya que matarlos directamente es una gran pérdida de mano de obra.

La esperanza de las prisioneras se vuelca totalmente en el frente ruso. De los americanos nunca se habla como salvadores. Es cierto que a ellas les queda mucho más cerca el frente ruso que la costa francesa, pero igualmente es un enfoque que no parece muy frecuente en las películas americanas.

Se ve reflejada también la crueldad entre prisioneras. Aunque es un asunto que está edulcorado para hacer más heroicas a las protagonistas. Los personajes más crueles de la película son las prisioneras que tienen un cargo sobre el resto. Los alemanes designan a prisioneros como último eslabón en la cadena de mando. Son quienes más contacto tienen con ellas y por tanto quienes más oportunidad tienen de propasarse. El otro personaje que es altamente despreciable es una prisionera que viene de un alto estatus social y que asegura no ser judía. Es un ser incompetente, imbécil, a quien se la engatusa leyéndole las cartas utilizando para ello una baraja de póker.

La interpretación que más llama la atención es la del militar con traje oscuro y hablar tranquilísimo. Sus pantalones anchísimos y su vestir en general le dotan de gran elegancia que acompaña con su calma. Quizás este personaje justamente se parezca más a los nazis a los que nos acostumbra el cine americano. Además de él los soldados que simplemente vigilan el campo son los otros seres tremendamente deshumanizados. Más que soldados parecen elementos del paisaje.

La vez que la cámara más se esfuerza por realzar a un personaje es el suicidio de la mujer que trata de escapar. Mientras los nazis están a punto de ahorcarla, ella se corta las venas. En ese momento empieza un discurso para motivar a los prisioneros mientras el ejército rojo cruza el cielo disparando a los nazis. Ahí la cámara graba en contrapicado muy al estilo del cine soviético.


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