viernes, 10 de febrero de 2023

¡JO, QUÉ NOCHE!

Dir.: Martin Scorsese
1985
94 min.

Traducción terrible del título original “After hours”. Película de Scorsese donde se retoman temas como la hostilidad de la ciudad nocturna de “Taxi driver”. En este caso en forma de comedia. Sí, te ríes. Pero ante todo es delirante. El guion es maravilloso. Sin nada especialmente loco, se van sucediendo las adversidades hasta conseguir una noche infernal.

Ocurren cosas muy maravillosas como una mujer que duerme con la cama rodeada de trampas para ratones. Por otro lado perfectamente iluminadas. Un club nocturno que en apenas una hora pasa de ser un hervidero punk a ser un local prácticamente vacío. Quizá el elemento más trepidante que son los vecinos persiguiendo a Paul porque lo consideran un ladrón sea lo menos medido. Se va más de madre.

Pero la mayor virtud de la película es la manera en la que está presentado todo. Por poner un ejemplo reciente: en “Perfectos desconocidos” plantean que todo el mundo se ha vuelto loco durante esa noche y se dice verbalmente sin ninguna necesidad. Esta es la forma de narrar. ¿Quieres que el espectador vea a un mundo loco? Consigue que la gente haga locuras.

Es atractivo el sonido del segundero que apremia al protagonista que quiere volver a su casa para dormir.

Puede resultar un poco anticuado que todos los personajes femeninos con los que se cruza el protagonista sea objetos de seducción para él. Sobre todo cuando una cualidad de la peli es su imprevisibilidad. Nunca sabes las intenciones de los personajes a no ser que sea femeninos, en cuyo caso o bien Paul quiere seducirlas o viceversa.

En la parte casi final de la peli el humor pierde interés porque se convierte casi en una sucesión de gags. Por ejemplo ver al protagonista convertido en una estatua de yeso. No es demasiado llamativo. Pero sí es muy delirante cuando le pide el teléfono a una chica que acaba de conocer y tras apuntarlo dice Estupendo, faltan números. Imprevisibilidad por todas partes.


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