viernes, 24 de julio de 2020

MI VECINO TOTORO

Dir.: Hayao Miyazaki
1988
86 min.

Voy a empezar lo primero quejándome de la voz de Mei, la niña pequeña. Es un poco estridente, pero hay que decir que, a pesar de ello se empatiza bastante con ese personaje.

La peli es una idea similar a “El viaje de Chihiro”. Aquí la referencia a “Alicia en el país de las maravillas” es más evidente: la persecución a un “conejo” blanco y la caída por su madriguera. En cualquier caso en esta peli es todo más idílico. El mundo de fantasía no es aterrador en ningún momento. Aunque parece que en cualquier momento puede empezar a serlo ya que la sonrisa de los dos seres principales, Totoro y el gato-bus, tienen una sonrisa un poco perturbadora. Aun así Totoro es un espíritu del bosque bueno y todo va correcto. Esto está bastante bien porque da mucha rabia encariñarse de personajes adorables que después resulta que son malos.

La relación de las dos niñas con los seres es muy bonita. Además son las niñas más infantiles del estudio. En otras ocasiones los niños son solo adultos pero más débiles, forzados a enfrentarse a elementos exteriores a su mundo. Sin embargo vemos a niñas comportarse como niñas. Incluso en los momentos de responsabilidad de la más mayor no hace nada que no se pueda esperar de ella. Gran construcción de personaje. Por supuesto la máxima expresión de esto es cuando Mei se encuentra a Totoro por primera vez.

Los sonidos de los seres de fantasía también son muy interesantes. La primera vez que parece el Totoro pequeño suena con sonidos muy poco naturales en contraste con cualquier otro elemento de la peli. Del mismo modo cuando salen los duendes del hollín. En una escena maravillosa llena de silencios excepto cuando salen ellos. Hay que aplaudir los planos sostenidos esperando a que algo ocurra en aquella azotea.

El final es llamativo porque a estos japoneses les encanta el drama. Por algún motivo la madre no acaba muerta y eso se agradece.


No hay comentarios:

Publicar un comentario