viernes, 4 de septiembre de 2020

THE CLOWNS

Dir.: Federico Fellini
1970
92 min.

Reportaje televisivo de Fellini en el que se homenajea la figura del clown. El payaso como elemento casi vertebrador del circo. En momentos es bonita, en momentos estridente. Pero sobre todo es un desfile de personajes.

La película empieza con un niño que ve por su ventana que ha llegado el ciro a su ciudad. El circo en sí mismo no es un asunto que me atraiga bastante. Sí reconozco su poder romántico explotadísimo en “Balada triste de trompeta” pero en general no empatizo mucho con ese mundo. Sin embargo hay que reconocer el poder de la carpa alzándose. Una tela picuda que se levanta rítmicamente, a tempo. Aquí nos muestran un espectáculo de circo del cual sale el niño asustadísimo porque los payasos le dan miedo.

Una voz en off explica que esos payasos le recuerdan a tipos extraños que se podían ver en los pueblos. Aquí ocurre un momento magnífico. Empezamos a ver personajes enormemente tiernos por lo caricaturescos. Vemos un tipo que cree que está en guerra y sale vestido de soldado de su casa lanzando granadas invisibles. Mientras, todo el pueblo, grandes y pequeños, de ríen de él y le lanzan bolas de nieve. Pero su cara es tan sonriente por creer que vence al enemigo, que no podemos si no empatizar con él.

El otro gran personaje que vemos es el jefe de estación. Muy bajito y tomándose su trabajo demasiado en serio. Cuando llega el tren a la estación todos los niños de forma sistemática bajan las ventanillas del tren y le miran. Cuando arranca el tren y ya es demasiado tarde para subir todos los niños del tren le empiezan a hacer pedorretas. Pero un día llega un soldado fascista y con cara cadavérica mira serísimo a los niños del tren. Cuando arranca el tren se ve que de cada ventanilla del tren sale una mano haciendo el saludo fascista. Es un momento magnífico.

A partir de aquí empieza un trazo más documental en el que se estudian los dos grandes personajes que hacen los payasos: el payaso blanco y el payaso Augusto. El desfile de los payasos blancos mostrando sus trajes es precioso. Lo más llamativo del payaso blanco son sus gorros altos y sus trajes de picos pero no es nada despreciable su maquillaje sobrio pero muy variado. El payaso blanco más memorable es el que sale en la primera escena de circo: ese hombre altísimo vestido entero de negro. Con cara blanquísima sonriente pero inexpresiva. Se inclina hacia el público de forma casi aterradora y después explota su sombrero. Es precioso.

La música de vientos metales es una constante. Esos instrumentos de un cobre enclenque… Muchísimos sonando a la vez… Tubas de las que salen relojes, trombones que se usan como cañones… Uno de sus momentos estelares es cuando un tipo que adoraba el circo se escapa de su hospital evitando a una monja con unas vestiduras exageradas. Cuando llega ve a Monsieur Chocolat, un tipo con la cara pintada de marrón, tocando la Titina de Chaplin en un número convertido en poesía por el arreglo musical de Nino Rota.

Aparece un payaso español que habla de que en España los circos se montan en las plazas de toros. Presenta el traje con el que trabaja: un único vestido hasta el suelo rojo. Imposible no recordar a “Los payasos de la tele”.

Es bonito escuchar a payasos históricos decir que no quieren salir en el documental porque acusan a Fellini de querer defender que el oficio de payaso está acabado. Ellos dicen que no está acabado, que la gente ahora no sabe reír.

El final de la película es apoteósico. Muchísimos payasos hacen un número estridente, llenando el escenario por todas partes. La verdad es que no hay sentido de la estética en ningún sitio. Es absolutamente desmedido. Se representa un funeral para el payaso Augusto. El finado vuela por los aires, los payasos más mayores se sientan porque se cansan del número, los bomberos llegan a mojar todo. Es una lástima que haya muerto de esta forma en vez de justo después de que el médico dijera “ha sido un niño”.

Hay un asunto misterioso en la película. Es cierto que es un reportaje para televisión pero el equipo de rodaje se muestra en la película. La secretaria de Fellini evidentemente está interpretando un personaje de una persona torpe. Después cuando entrevistan a los viejos payasos no está nada claro si son interpretaciones o si realmente lloran de emoción al recordar sus tiempos en el circo.


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