lunes, 15 de agosto de 2022

LA VERBENA DE LA PALOMA

Dir.: Benito Perojo
1935
78 min.

No diré original, pero sí es una película creativa. Al compararla con el cine español que se haría en las décadas posteriores encontramos un despliegue de medios sorprendente. Así tenemos unos movimientos de cámara que nada tienen que ver con la teatralidad de los años 40. Vemos también que la Canción de Julián está cantada como un monólogo interior. Mientras él trabaja en la imprenta, se superpone su imagen recitativa. Y no solo la suya: también le responde la Señá Rita.

La cámara atraviesa paredes. Las dos hermanas bajando las escaleras están rodadas en un plano en el que vemos todo el tramo de escaleras completo. El gentío de la verbena. Las miradas con las intenciones claras de ambas chicas… Y es que las interpretaciones están más que bien. Como digo la cámara en general es mucho más expresiva de lo que las décadas posteriores nos permitirían esperar del cine español. Más inri tratándose de una adaptación teatral.

Hay una escena que tiene un poder cinematográfico total: la escena de la cantaora. El audio no es el mejor del mundo (cosa que pasa factura a todas las escenas). Esto implica que los sonidos de esta escena pierden fuerza. La ejecución del piano rapidísimo no es muy limpia, así los trinos no suenan con claridad. El coro final tampoco se entiende, suena embarullado. El baile que vemos en el tablao tampoco es lo más llamativo del mundo. Pero a pesar de eso la escena es muy potente. La cámara vuela desde el bar donde están bailando y se posa en el balcón de las hermanas. Ahí está sólo la vieja. Las hijas le contestan desde dentro. A la gente del balcón les contestan desde todas partes. Desde balcones altos, desde balcones abuhardillados, desde abajo, se devuelve la atención al escenario…

Está claro que la obra original gozaba de gran popularidad cuando se hizo la película. Así no puede esperar a cantar la seguidilla del mantón de la China. Se canta una única vez, sin una gran puesta en escena. No sé si en parte del metraje perdido se tiene otra repetición. Lo cierto es que cuando acaba la película nos quedamos con ganas de escucharla algo más. Personalmente me pregunto si faltará también la canción del sereno. La película lleva un ritmo muy dinámico y este Nocturno lo detiene mucho, pero a mí me gusta. Me inclino a pensar que sí estaba grabado porque igualmente cuando se irrumpe con ¡Esto se arremató! Aparece el sereno amenazando con tocar el pito. Lo cual me lleva a pensar que antes se nos había debido presentar al personaje.

El otro momento icónico, el de la Seguidilla también tiene una ejecución muy sorprendente. Sobre todo porque ha habido que hacer una traducción imposible en el teatro: se decide representar en un tranvía. Un tranvía que sorprende muchísimo, porque es el armazón completamente desnudo. De esta manera ellos pueden tener una conversación supuestamente discreta pero que motive los comentarios finales del pueblo. Después de haber puesto en la cara del boticario la cola de un caballo se alejan la vieja las dos hermanas y don Hilarión. Aquí cantan el dueto que suena a final con ella mirando a Julián enamorada y el boticario sacándole la lengua.

En cuanto al triunfo del romance de los dos jóvenes se resuelve de forma muy penosa. Ella pasa de estar enfadadísima con Julián a querer que los encarcelen juntos literalmente en un plano y contraplano. Antes de este momento ella ya ha cantado cuanto más me sofoca le quiero más y más. Ésta me parece una gran frase para el cierre de esa escena. Pero antes del último reenamoramiento ella ya ha vuelto a renegar de él… Digamos simplemente que es algo muy artificial.


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