miércoles, 15 de mayo de 2019

LUZ QUE AGONIZA

Dir.: George Cukor
1944
114 min.

La narrativa en el cine clásico siempre deja una sensación extraña. Por un lado nos deja un poco insatisfechos por la simplicidad del relato. Por otro lado hacen las historias muy grandes.

Nos cuentan la historia da Paula una mujer cuyo marido quiere volver loca para poderle robar las joyas. Aunque esto no lo sabemos al principio de la peli (siempre que no hayamos leído la sinopsis que viene en la caja).

La película es una adaptación de una obra de teatro y lo cierto es que algunos actores son tremendamente teatrales. La primera vez que tenemos esta impresión es con el brevísimo papel de un profesor de canto italiano. No sé expresar muy bien qué ocurre con esa actuación pero nos convence muy poco. Ocurre de nuevo con la vecina cotilla que de alguna manera intenta introducir algunas líneas cómicas. No recuerdo todas, pero juraría que no funciona ninguna. En especial sus dos frases en el clímax de la peli.

El personaje de Paula es una gran víctima. Suelo odiar bastante a las víctimas pero en este caso ella no es débil. Realmente hay alguien que la machaca con gran astucia, sin piedad y maldad genuina. Odiamos al marido de forma muy visceral. El gesto continuo de las cejas ayuda mucho a fabricar este rechazo.

Es cierto que al final tiene que venir el policía de Scotland Yard a salvarla, pero no podemos esperar otra cosa de una película de los años 40. Ese papel está muy bien también. El actor tiene una forma de gesticular que recuerda a veces a Ewan McGregor. Está muy bien escrito este papel porque no acapara mucha atención durante la peli. Pero cuando va a convertirse en una pieza clave se presenta como alguien importante en la trama.

Del mismo modo muy buena construcción de la locura de ella. Ayuda mucho que sistemáticamente sea capaz de señalar todo lo que ocurre durante sus delirios. Y los primerísimos planos con unos juegos de luces muy interesantes. Es muy bonito ver en este tipo de cine cómo el actor avanza hasta justo el punto exacto donde va a tener su cara iluminada. La iluminación en general juega un papel bastante importante. El Londres nocturno está muy conseguido.

Un papel que podría ser algo discreto pero que está muy bien es el de la criada. Una chica borde pero que juega a seducir al marido. En este cine si una chica seduce a un personaje, también seduce al público. Esto no se puede permitir en este personaje porque es negativo. Es cierto que hay un trasfondo machista que juzga duramente que sea promiscua y es lo que le da ese punto negativo, pero no vamos a ponernos exigentes con una peli de 1944.


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