viernes, 4 de diciembre de 2020

NUNCA, CASI NUNCA, A VECES, SIEMPRE

Dir.: Eliza Hittman
2020
101 min.

La película tiene como tema principal el aborto de una chica de 17 años. Pero, dado que tienen que viajar de un pueblo a Nueva York, termina tratando del choque que le supone a alguien que no ha salido nunca de su pueblo encontrarse sola en una gran ciudad. Con la mezcla de admiración y miedo topiquísma. Por otro lado en ocasiones se aproxima a una buddy movie estrogenada.

La película parece olvidar a ratos que tiene unos espectadores delante. Hay una cierta falta de implicación con la historia. Es un poco intangible, pero no parece nunca que la película te invite a acompañar a las protagonistas en lo que les ocurre. Creo que trata de evitar que el espectador sienta que se está adentrando en la privacidad de los personajes. Algo del todo imposible en el cine.

Este cuidado de la directora creo que tiene que ver con la primera vez que un extraño interactúa con la pareja protagonista. La película lo plantea como una amenaza. No será una amenaza y el tipo tiene más bien aspecto de panoli. Pero esto obedece al miedo de los estadounidenses a interactuar con nadie de su entorno.

El comportamiento de este chico más adelante será lo que les haga sobrevivir en Nueva York al quedarse sin ningún dinero. Para una película de corte evidentemente feminista es un poco raro que dos chicas necesiten a un hombre. Por otro lado que este hombre se convierta en su mecenas es absolutamente absurdo. En películas más tópicas una mujer se enamoraría de un hombre necesitado de amor. En esta película un hombre decide darles dinero sin ninguna justificación.

Se tontea con una pseudo prostitución en la que parece que la película tenga miedo de implicarse. La chica se lía con un chico y suponemos que sólo lo hace para conseguir el dinero. Pero aquí hay mucho interrogante. Suponemos que no lo quiere hacer porque busca el dedo de apoyo de su prima mientras le besa con los ojos cerrados. Pero a ella no se la ve especialmente disgustada. Tampoco ha huido del chico en ningún momento. No le ha buscado pero tampoco parecía molesta al sentir su mano sobre su muslo. Parece que a esta chica se la presupone una estrechez para darle gravedad a la escena, pero tal estrechez no se construye por la película.

En general siempre que la película busca un momento apacible llena la escena de mujeres y obvia por completo a los hombres. Salvo el mecenas masculino sobre el que la película no se acaba de posicionar, los hombres suelen ser despreciables. El novio maltratador de la protagonista, el padre que disfruta llamando zorra a su perra (mascota), un chico que grita a la protagonista mientras canta… También está el jefe de las dos primas. Otro personaje al que la película tarta de una manera extraña. Es un hombre que recibe el dinero de la caja detrás de una mampara opaca. ¿Por qué? No lo sabemos. El caso es que ellas deben introducir la mano con el dinero por una abertura y él sistemáticamente las besa. Y la actitud de ellas es enormemente confusa. Podemos suponer que llevan en ese puesto de trabajo mucho tiempo. ¡Y reciben esa situación como algo impactante! Se supone que es un trámite al que se enfrentan diariamente. Entiendo la intención de esta escena pero narrativamente no tiene ningún sentido.

Con respecto al dilema del aborto creo que la película es un poco prepotente. En ningún momento la chica se plantea la moralidad del aborto. ¡Con 17 años! De esta forma la película quiere posicionarse como mucho más adelante en este asunto. Se postula el aborto como derecho feminista sin ningún tipo de dudas. De nuevo, entiendo que no sea esto un aspecto que la película quiera tratar, pero no me creo que no sea algo que la protagonista se platee nunca.

Por último, entiendo que la película hable del drama que supone no facilitar el aborto. Pero cuesta mucho empatizar con las protagonistas cuando no piensan nada. A ratos la película recuerda a “¡Jo, qué noche!”. En apenas dos días les ocurre de todo, hasta el punto del hartazgo. Y la película termina con un final tramposo. Si no feliz, sí se postula como un final. No es un final es un inicio de un montón de impedimentos más. Explicar a su familia por qué lleva tanto tiempo fuera de casa, explicar dónde está el dinero que roban para pagar la intervención, pagar lo que falta de la intervención, secuelas que puedan dejarle la intervención, lidiar con su novio maltratador y violador…


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