viernes, 18 de diciembre de 2020

CRUEL & UNUSUAL

Dir.: Merlin Dervisevic
2014
95 min.

No se queda en eso, pero la película es una revisitación de “El Efecto Mariposa”. No hay debate en que aquella es una película mala. Esta tiene la factura propia de su década. Los años 2000 fueron tan estridentes que era muy fácil detectar películas pretenciosamente malas como “El Efecto Mariposa”. La limpieza en el manejo de la cámara y unas escenas más amplias donde la gestualidad de los personajes es más refinada puede marcar una distancia grande con esa película que su guión no.

Muy al principio de la película tenemos estos elementos del cine independiente. Relatos truculentos como el asesinato de dos padres, vemos una entrepierna sangrar al arrancarse unos testículos. Esta película busca más recrearse en el drama del relato que no buscar la comedia negra a su costa como lo haría Lanthimos.

La estética del centro penitenciario post mortem es muy poco interesante. La mujer que manda desde un televisor aparece blanquísima en un fondo oscurísimo. Su imagen recuerda mucho al hombre misterioso de “Carretera Perdida”. No sólo su imagen, también sus órdenes vociferadas.

La estructura de hombre nuevo en una institución que no comprende nos da un poco de pereza. Los primeros momentos de la película nos descolocan más o menos como lo hace “Holy Motors”. Pero en esta película el protagonista debe descubrir la institución a la vez que nosotros. Esto supone que nosotros aceptemos la ficción de la película antes que él su realidad. Ver este proceso en el que comprende que está atrapado en ese lugar no es algo bonito. Mientras conocemos la dinámica nos hablan de castigo, culpa… Unas cosas que dan una trascendencia a la película que no nos dice nada. De hecho durante la ruptura del bucle se pierden todas estas ideas, porque la vocación de la película es mucho menos filosófica de lo que pretende. Toda esta ruptura nos lleva a un final poco explicable y que la película considera feliz. Por el camino nos ha dejado una imagen absolutamente ridícula, un protagonista reconvertido en buena persona le quita la escalera a una mujer suicida para poder suicidarse él.

Un hombre que mata sin querer a su mujer revisita su muerte hasta que entiende los motivos que la llevan a ella a intentar asesinarlo. Por otro lado descubre que lo que él consideró un accidente, realmente es algo deseado. Aquí de momento hay asuntos del subconsciente de Freud, que no interesan demasiado. Él aprende que era un marido controlador. Antes de que él lo supiera nosotros ya teníamos suficiente información. Pero la película se espera a emitir su juicio para matar cualquier duda en el espectador. La muerte se repite desde varias perspectivas. Así él conoce sinceramente su culpa y se sabe merecedor de su castigo. El recurso de que tenga que introducirse en el papel de cada uno de los involucrados para ello es un poco fácil. La repetición de una historia siempre nos transporta a “Rashomon” y la película lo sabe, por eso la mujer protagonista es asiática.

Al final de la película él sigue internado. No sabemos qué muerte debe repetir eternamente. No ha matado a nadie. Ha cambiado su destino por un suicidio, un suicidio que no puede repetir porque lo ha cometido con saltos dimensionales.

El recurso de los tatuajes para dar una explicación fugaz al final de la película da vergüenza ajena.

Creo que en cuanto a la mujer maltratada que asesina a su marido la película evita emitir culpas sobre ella.


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