viernes, 21 de mayo de 2021

EL REY DE LA COMEDIA

Dir.: Martin Scorsese
1982
109 min.

He visto esta película por primera vez cuando aún flota “Joker” en el ambiente. Aún resuenan las comparaciones de “Joker” con “Taxi driver” y con “El rey de la comedia”. Aunque hay parecidos, no es una comparación natural “Joker” y “Taxi driver”. Sí es enormemente fácil ver la inspiración de “Joker” en la película que hoy nos ocupa. No sólo por la temática. Hay trozos del argumento con parecidos injustificados si no son a propósito. Por ejemplo la chica con la que Joaquin Phoenix tiene una relación se parece muchísimo a la chica negra de esta peli. Ambos protagonistas viven solos con sus madres. Ambos creen que la sociedad les debe algo…

Pero hablemos de esta. Es un poco difícil pillarle el tono. Jerry Lewys en principio dota a todo de cierta ligereza en la misma medida que Robert de Niro aporta cierto aire de mafioso. Por ello no sabemos hasta qué punto considerar un drama lo que ocurre. En mi caso, me he aferrado a la idea de que era un thriller tanto como he podido. De otro modo, no vería la gracia. La comedia es muy poco cómica. En particular me hace muy poca gracia por lo grotesco la escena de la cena romántica entre la loca fanática de Jerry Langford y el comediante. Otro momento plagado de chistes que no funcionan es la conversación telefónica del secuestro. Robert de Niro le va poniendo carteles donde está escrito el mensaje que debe transmitir con las condiciones del secuestro y tiene problemas con todos los carteles, es algo ridículo.

Sí resulta muy interesante la primera vez que vemos al protagonista proyectándose en escenas que nunca ocurrirán. Hasta tal punto que él mismo confunde lo que ha ocurrido y lo que cree que ha ocurrido. Así se persona con su pseudonovia en la mansión de Langford porque en uno de sus delirios le invitaba a pasar el fin de semana.

Antes de decidir que estamos viendo una comedia nos resulta muy incómodo ver a deNiro. En gran parte nos incomoda que sea alguien de su talla quien se comporte de esa manera tan ridícula. Volviendo a las comparaciones: al menos en “Joker” se nos deja claro (quizás demasiado) que el tipo está loco. De alguna manera el espectador acepta cualquier decisión que tome. Aquí es un personaje víctima de la sociedad americana. El mensaje es el mismo que en “Taxi driver” pero creo que la verosimilitud de esta película, quizás por su tono más desenfadado, es mayor.

Es bonito el detalle de que en ningún momento de las imaginaciones de Robert De Niro le veamos contando chistes. Siempre tiene mejores momentos que recrear: conversaciones, aplausos… Por otro lado, la falsedad de la televisión le permite creer que su material es bueno mientras lo está interpretando. En este sentido preferimos un monólogo mediocre a toda la palabrería sin sentido con la que cierra “Joker”.

Hay un contraste muy curioso entre la imagen de baja calidad de la televisión y la resolución de las cámaras de los 80. Frecuentemente aparecen trozos de la película que están tomados de la tele. Cuando volvemos a ver la imagen real, la de la película, nos parece estar viendo una imagen en HD a pesar del conocidísimo ruido en la imagen de los 80.


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