sábado, 1 de junio de 2019

SENDEROS DE GLORIA

Dir.: Stanley Kubrick
1957
86 min.

Del cine antiguo es envidiable la simplicidad de sus tramas. Los personajes son claros al igual que sus motivaciones. Las historias tienen héroes y no nos preocupamos por la falta de realismo. La historia trata de Kirk Douglas y de su grandeza. Cómo teniendo un cargo pequeño es quien tiene mayor talla moral.

El juego de toda la peli es la diferencia entre la guerra de palacio y en las trincheras. Cómo camina el general por los tablones de madera de la trinchera saludando a los soldados como quien pasea por la calle. La presentación de este personaje es muy buena. No solo le vemos con esta soberbia ante los soldados sino que al poco tiempo tiene la conversación con el coronel Dax en la que planean la toma del Hormiguero. La gran diferencia con estos soldados y los que vemos en “La chaqueta metálica” es que aquí son estrategia. Se habla de ellos según las conveniencias de la guerra. En “La chaqueta metálica” lo que se pretende es convertirles en máquinas de matar.

La película es muy estética. Especialmente los planos de Douglas. Con una iluminación y encuadres más cuidados que al resto. En la escena de la ejecución es el momento más evidente. El sol cae fuertemente quemando los blancos y él tiene unas sombras para marcar cada expresión facial.

El sonido con mucha frecuencia envejece bastante mal en las películas antiguas. En este caso las voces están muy correctas no tanto el sonido de las ametralladoras alemanas. Donde la suciedad del sonido colabora muy positivamente en la película es para la música militar. Los tambores de redoble crean una atmósfera maravillosa para el momento inmediatamente anterior a salir de las trincheras para atacar el hormiguero. O los tambores fúnebres durante la ejecución. O el último momento del murmullo de los soldados cantando con una mujer del enemigo. También es muy hábil el momento del juicio cuando Douglas quiere defender a los soldados inocentes que mientras que la acusación se ha escuchado como una exigencia al tribunal, la defensa se escucha como un riego. Se sube el eco de la voz. Suena como un discurso engrandeciendo al personaje.

De los tres acusados justamente se da mayor protagonismo al que hace un papel menos interesante. La interpretación no es particularmente buena al contrario que la de sus otros dos compañeros. En especial, mencionaré a Joseph Turkel el más delgado de los tres. Quien no hace una actuación muy buena es el gran general. No hay nada en su personalidad que nos haga ver el gran poder que tiene además de su traje especialmente condecorado.

Mis felicitaciones a este epílogo donde se muestra la verdadera motivación de Dax: reivindicar el comportamiento humano.


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