lunes, 1 de noviembre de 2021

LA MUJER Y EL MONSTRUO

Dir.: Jack Arnold
1954
79 min.

El título en castellano sugiere una línea narrativa que no aparece y que el título original, “Creature from the Black Lagoon”, no insinúa. Hablo del tópico romance entre bella y bestia. Es cierto que la mujer y el monstruo tienen una dialéctica pero no es el punto central de la película. Quizás si se hubiera centrado en este, aunque tópico, habría resultado más interesante.

La película se recrea mucho en mostrar a la criatura. Algo no muy inteligente ya que es de diseño pobre. No hablo del efecto, el disfraz funciona bien. Pero es pobre el diseño de movimientos, el diseño de la cara incluso la repetitiva mano. Evidentemente la criatura influye en la odiosa “La forma del agua” pero la mano de esta criatura es un claro antecedente al guante con cuchillas de “Pesadilla en Elm Street”. La pobreza de la cabeza de la criatura le da cierto interés por lo inusual. Apenas puede mover nada. Por supuesto no hay gestualidad, pero incluso las mandíbulas tienen muy poco arco de movimiento. Sorprende que pese a la dejadez de este aspecto hayan dotado de movimiento a las branquias. En resumen, nos cuesta verlo como un monstruo y menos aún como un ser sobrenatural por lo muy humano de su apariencia.

La chica aparece muchos minutos en pantalla. Explotan su belleza cuanto puede. Lleva un sujetador cónico cuya figura realza todo el rato. El primer acercamiento al monstruo es en un baño en la laguna. Ella nada bocarriba para poder mostrar sus pechos emergiendo del agua. La criatura la mira muy asustada. No entendemos por qué esta mujer le da miedo si instantes antes ha matado a dos bolivianos sin ningún problema. Estos dos indígenas llevan un peinado estereotipado hasta el esperpento. Volviendo a la escena del baño, ella está a apenas 20 metros del barco y la tripulación le dice asustada que ha sido muy imprudente por alejarse tanto.

Se plantea de pasada y sin aportar nada interesante el dilema entre la ciencia y la aventura. El tipo que quiere llevarse la criatura para conseguir fondos muere en un acto de justicia narrativa. No crea que sea tan despiadado como la película trata de mostrar. Sí es cierto que la película sufre un poco este debate entre el género de ciencia ficción y el género de aventuras. Las peleas subacuáticas tienen un lógico ralentizamiento y una no tan lógica suciedad por la tierra que se levanta.

La laguna y el entorno selvático está bien recreado pero tampoco dará nada para el recuerdo. Me ha decepcionado que el paraje se llame Laguna Negra. No es negra. Esto habría dado un toque más misterioso a todo. Es bonito ver cómo en las escenas de noche no son capaces de iluminar los fondos y deben usar fondos pintados.

El personaje más carismático es el capitán de barco sudamericano. Toca la bocina como en el famoso corto de Disney. Habla con mucho acento. Ríe todo el rato mientras muerde su puro.


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