domingo, 8 de septiembre de 2019

SPIDER-MAN: UN NUEVO UNIVERSO

Dir.: Bob Persichetti
2018
117 min.

La película empieza con un Spiderman diciendo que no nos va a contar su historia porque es archiconocida. Esto me pone muy contento porque me imagino una película de Marvel infinitamente autoconsciente. Dirigía a un público que ha visto todo lo que hay que ver de Marvel y adulto. Tenía mucha razón en lo primero y muy poca en lo segundo.

Al muy poquito de empezar la peli un muchacho es mordido por una araña. Esto no tendría por qué ser malo, pero se vuelve ominoso cuando se nos enseña el proceso de aprender a dominar sus poderes. Esto desencadena una serie interminable de gags de slapstick para narrar algo que hemos visto innumerables veces. Esto tiene un estilo muy similar a las series de dibujos actuales. Colores extremadamente saturados y brillantes, planos rapidísimos, efectos sonoros estridentes y, sobre todo, sobrecarga: un golpe nunca es suficiente, siempre debe haber un desfile de ellos.

Todo el humor de la película es enormemente infantil y, durante mucho rato, dirigido a meterse con Spiderman. De una forma irreverente vemos al gran héroe de la película ser cobarde en gags muy poco efectivos (nada nuevo). Así tenemos el diálogo en el que el que Spiderman dice Deja de escucharme, el protagonista contesta Es la mejor idea que has tenido hoy y yo siento una gran desidia.

Por algún motivo, el chico decide que Peter Parker le va a enseñar a ser Spiderman, como si alguien hubiera querido remedar la figura de aprendiz de Spiderman en “Los vengadores”. El caso es que, como es lógico, Peter Parker intenta ignorar todo lo que puede a nuestro amigo protagonista repelente. La película juzga a duramente a Peter Parker por ello. Es como la gente que se queja de los profesores de universidad por no querer dar clase.

A partir de aquí, película de superhéroes genérica. Los puntos más interesantes los aporta la premisa: la colección de Spidermen es por lo menos curiosa de ver. Algunos son muy guais, como el Spiderman en plan Humphrey Bogart, y otros son muy coreanos. Pero la cantidad de personajes no hacen soportable el rutinario desarrollo de la trama principal. Hay algún giro de guión interesante, pero insuficiente para soportar la atención todo el metraje.

En el aspecto de la animación sí hay cosas interesantes. Me parece muy reseñable los fuera de focos. En vez de un acercamiento realista como haría Pixar, aquí se desdobla la imagen. Cuanto más desenfocado está algo, más copias de ello vemos y con mayor separación. Los movimientos de los personajes son tremendamente naturales lo cual contrasta con la ocasional escasez de midle frames. La animación del portal interdimensional es abigarrada, hortera y con demasiados minutos en pantalla.

El mejor deseño de toda la película es el del villano. Cuando su enorme cuerpo ocupa todo el fotograma recuerda realmente a una viñeta de comic. Hay una verdadera composición, que es lo que más caracteriza al arte plástico. Es algo mucho más evocador que los absurdos bocadillos que se sobreimpresionan en la pantalla.

Hay una escena de acción en la que se renuncia a la música orquestal y escuchamos hip-hop. Espero que el resultado sea argumento suficiente para que Marvel no lo vuelva a hacer.

En la última escena hay un exceso de frases referentes a escenas anteriores de la película.

La muerte del robot de la niña coreana nos enseña que Batman es un mal superhéroe.


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