sábado, 31 de diciembre de 2022

¡OLVÍDATE DE MÍ!

Dir.: Michel Gondry
2004
108 min.

No quiero dejarla pasar sin escribir su título original: “Eternal sunshine of the spotless mind”.

Fue de mis pelis favoritas la primera vez que la vi. En su segunda vez no ha decepcionado. Ahora he visto cosas muy inteligentes. Por ejemplo la elección de Elijah Wood. Su primera aparición podría haber sido olvidada con facilidad. Sin embargo, con un actor reconocible y casi cómico se queda para el final de la peli cuando reaparezca y atemos cabos.

La penúltima escena, el borrado de la vez que se conocieron sigue siendo mi momento favorito y creo que se come cualquier otro momento. La casa destrozándose y ese gran diálogo. Incluso el preludio del momento de la casa. Cuando están sentados comiendo pollo y recrea las emociones que sintió la primera vez que la vio. Todo poesía. Termina con Carrey en un coche lleno de arena ahogado por los recuerdos.

Lo que más admiro de esta peli es que podría ser una premisa interesante con una trama muy floja. Pero la trama es impresionante. No solo la historia de Jim Carrey y Kate Winslet. También la trama del director de la clínica, Elijah Wood y los dos técnicos en la habitación.

Formalmente también es muy divertida. Cambia de una escena a otra saliendo por una puerta. No muestra un rostro haciendo que tenga nuca en ambas partes de la cabeza. Elimina el recuerdo de una librería haciendo que los libros se vuelvan todos blancos…

Solo recuerdo cosas buenas. El cortísimo monólogo en el que cita el título de la peli aparece casi inadvertido. Pero no puedes dejar de considerarlo parte importante de la peli.


viernes, 23 de diciembre de 2022

QUÉ BELLO ES VIVIR

Dir.: Frank Capra
1946
130 min.

El mensaje central de la película es una sacralización de la vida. Todo lo demás es una apología del individualismo estadounidense. Por algún motivo el tono de la película es festivo cuando lo que muestra es absolutamente trágico. Es terrorífico que la voracidad del capitalismo tenga como único obstáculo el trabajo de una única persona.

Quizás el punto más bochornoso del individualismo sea cuando se habla del ejército. En el mundo real el hermano del protagonista ha realizado una hazaña heroica en la Segunda Guerra Mundial. Se le montará un recibimiento en el pueblo festivo. Cuando en el mundo simulado él no va a la Guerra, triunfa un ataque de la aviación enemiga causando la muerte de los pasajeros de varios barcos aliados. Pensar que es el soldado el responsable del éxito de la operación y no de los estrategas militares es de un idealismo atroz. Revela que se creen toda la parafernalia del heroísmo que le montan.

Por otro lado, el triunfo de la avaricia del señor Potter lo que provoca en la ciudad es la proliferación de bares y clubes nocturnos. Es decir: la caída de la moralidad biempensante americana. Se muestra una degradación moral. Es un sistema de valores tremendamente frágil. En época la película era simplemente inconsciente, hoy es casi recochineo.

Aunque la mayor cantidad de película es una biografía del protagonista, la última media hora se lleva todo el peso. Es la parte más potente argumentalmente, pero también la que está más llena de cosas que hemos visto, probablemente por emulación de esta obra. Lo que vemos todo el rato y odiamos es al tipo sin aceptar el hecho sobrenatural. Es insoportable. El juego es clarísimo desde el principio: el mundo si él no hubiera nacido. Tarda muchísimo en descubrirlo. Es legítimo que se nos quiera mostrar cómo ha acabado cada personaje, es terrible tener que tragarse cada vez cómo se sorprende de que los personajes no le reconozcan.

Sí me gusta la idea de que si nadie sabe que él existe, no puede tener identidad. Es apenas un comentario que le hace el ángel, pero es una idea interesante.

De la primera parte me gusta el ambiente festivo. Me gusta la noche en la que ligan los dos protagonistas. Esa alegría con la que caminan por las calles es gloriosa, sobre todo por sus maravillosas interpretaciones. No me gusta tanto de esa historia de amor la idea de que están enamorados desde niños. Es repelente. Hay que decir que no tan repelente como la camada de niños que tendrán. El uno escribiendo una obra de teatro para la que necesita saber deletrear las palabras ‘aleluya’ e ‘incienso’; la otra ensayando villancicos al piano, la otra niña dando de deber a una flor… Son una familia terrorífica.

Es muy interesante la fuerte propuesta de que los narradores sean nebulosas. Es más aburrido que representen ángeles. Pero ese plano inicial surcando el cielo estrellado por el que se cruza una bola grotesca que representa sabe Dios qué astro recuerda mucho al inicio de “Cabeza borradora”. También con este tono galáctico tenemos las escenas en las que se revela la situación misteriosa en la que nadie sabe que existe. Ahí la música es casi de película de ciencia ficción.


viernes, 16 de diciembre de 2022

MAD GOD

Dir.: Phil Tippett
2021
83 min.

La película destila trabajo por todas partes. Así no nos sorprende leer en los créditos finales que ha sido realizada en California entre los años 1987 y 2020. Todo el rato el trabajo es abundantísimo. Cada escenario esta repleto de elementos. Muchos elementos y moviéndose con bastante precisión. Y si es sorprendente la riqueza de los escenarios, el asombro es mayor al recordar la cantidad inmensa de escenarios por los que pasamos.

La película se inicia con una torre de Babel sobre la que caen unos rayos significando la ira de Dios. Aquí ya vemos algo que se mantendrá en todos los dioramas: una iluminación muy precisa. Con ello me refiero a que los rayos iluminan la torre justo como lo harían. El siguiente momento en el que nos asombramos de este trabajo es cuando el ser protagonista lleva una linterna. El escenario es oscurísimo pero toda la luz parece provenir de esta bombilla.

Este es un ejemplo de un efecto que experimentamos varias veces: no entendemos las escalas de la película. Con ello me refiero a que no sabemos la relación de tamaño que tienen los personajes entre ellos y con relación al escenario. Pero además no entendemos el tamaño que tienen en la vida real. Hay unos planos que ayudan a aumentar el extrañamiento: los primeros planos de manos y pies. Éstos están grabados con manos y pies reales, pero como están totalmente cubiertos por la goma de los guantes y las botas no lo percibimos como ajeno a ese mundo. La cuestión es que nunca sabemos muy bien qué tamaño tiene nada. Si nos figurábamos a este ser como alguien pequeño, le vemos aplastar a unos gnomos.

En el terreno distópico pareciera que busca recoger un poco de todo. Es un mundo dictatorial, con un industrialismo propio de las distopías comunistas a la vez que violento como una anarquía. Los individuos de lo que podemos considerar como masa obrera tienen el aspecto de la escultura del caminante de Giacometti. Estos seres son mucho más enclenques que aquél. Hay pantallas que recuerdan a la esfera de “12 monos (1995)”. Las gafas circulares del protagonista parecen sacadas de “La jetée”. Hay incluso estructuras que escupen fuego como lo hacen los edificios de “Blade Runner”. Las calaveras en lo alto de palos verticales parecen la zona más fría de “Mad Max: furia en la carretera” y los altavoces que gritan como bebés recuerdan a los sonidos mecánicos de “Tiempos modernos”.

Creo que la película parece presentar una idea, una justificación del título que más adelante sustituirá por otra más interesante. Se nos enseñan unos cuantos versos del Levítico en la que Dios promete a la humanidad una serie de castigos. Alguien que podríamos considerar un benefactor del mundo envía a nuestro protagonista a algún lugar con alguna misión. Lo que este hombre de uñas largísimas ve antes de hacer descender la cápsula es un mundo violento, con esclavitud. Una masa de gente que grita como lo hace el pueblo en “La batalla de Argel”. Podemos interpretarlo como un mesías. Pero el paralelismo con el catolicismo se complica ya que la sala desde donde baja la cápsula está repleta de copias de este individuo. Ahí hace aguas lo de su único hijo.

El caso es que de este enviado se extrae un bebé ensangrentado, que llora mucho. Esta operación quirúrgica llena de sangre está rodada con una película llena de ruido. Es una escena muy nerviosa. Por su parecido a un artrópodo es difícil no acordarse del bebé de “Cabeza borradora”. El caso es que este bicho se le entrega a otra especie de deidad, con máscara carnavalesca de la peste negra. Él lo exprimirá y de su esencia creará un mundo nuevo: el nuestro. Aquí entramos en un caldo primigenio muy psicodélico y que yo creo que dialoga con las luces coloridas de “2001: una odisea del espacio”. La cuestión es que este mundo caerá en la anarquía y la autodestrucción. Y creo que esta es la tesis de la película: la locura de Dios es haber creado una vida inteligente sabiendo que está abocada a la destrucción. La idea del progreso condensada en unos monolitos recién extraídos de “2001…” golpeará directamente a la cámara poco antes de que la película termine.

Ahora señalaré algunas de las imágenes que me han parecido sorprendentes. Creo que la que más estimulante me ha parecido es una muñeca antigua. Tétrica siempre que aparece en ambientes de este estilo. En esta ocasión está cubierta de purpurina y se está masturbando. Esta imagen aparece en una especie de sala en la que hay un mono encadenado. Hay un gusto por los ojos salidos de sus cuencas. Cuando se está perpetrando la operación al ser vendado, casi como “Johnny cogió su fusil”, lo único que se mueve de él es un ojo ensangrentado y con movimientos nerviosos.


miércoles, 14 de diciembre de 2022

MANTÍCORA

Dir.: Carlos Vermut
2022
115 min.

Es incómoda. A veces hasta aburrida. El elemento de suspense: el episodio de pedofilia es demasiado grave como para que un espectador piense que se va a pasar por alto. Ello a pesar de que nos pone trampas para que podamos pensar que su relación con la infancia es un episodio del pasado y que ya está rehabilitado. Pero seamos honestos: la película ha arrancado con el niño. Habría sido una película muy errática si hubiera olvidado todo el asunto.

Hay algunas frases como Me gustan tus monstruos o Las personas me parecen lo más difícil del mundo que nos dan a entender que la relación que se dibuja en la película no es entre gente lo que se dice normal. Es una relación con tintes enfermizos. En este sentido me recuerda a “Stockholm (2013)”. De hecho cuando se precipita al vacío saltando por la ventana se hace con la misma crudeza que en el final de aquélla.

Se hace una jugada que ya he visto antes: el chico protagonista aparece como un chico bueno. Para conseguirlo, se dibuja un novio prepotente al que la chica de la película abandonará por él. De esta manera creemos que estamos ante alguien vulnerable, que puede sufrir ataques de pánico, que se acerca a la gente con demasiada cautela. El ataque de ansiedad me parece una escena en la que se muestra una vulnerabilidad masculina y en la que la mujer adquiere el control de la situación. Termina con él recostado en el pecho de ella.

El tema de la ética de los cuidados aparece en esta relación de una forma un poco extraña. Cuando la chica conoce las conductas pedófilas del chico, ella dice que le da asco y que no quiere verlo más. Esta opinión parece que cambia cuando queda postrado en una cama totalmente inválido. Ahí de repente decide que va a dedicar su vida a cuidarlo. Quizás incluso le hace interpretar el papel de su padre recién fallecido y cuya muerte no pudo presenciar. Esto explicaría las dos últimas frases, completamente anodinas y en catalán. Creo que para hacer patente el tema de los cuidados femeninos se muestra por única vez en la película los aparejos habituales de los tiempos de pandemia: mascarilla y guantes de nitrilo.

Con respecto al momento más oscuro y crudo: el del intento de violación. No me gusta verlo. Es una escena en la que vemos maldad en él. De hecho la conversación con el niño es profundamente oscura. A ellos no se les ven las caras, están a contraluz. Como viene siendo el gusto contemporáneo esto se graba sin cortes. A ver si fuera posible que nos figuremos incluso el sufrimiento del actor niño. Creo que lo más impactante de esta escena son los ojos del protagonista. Como voraces. Cuando ve el dibujo que el niño, que le admira, ha hecho de él se inunda de ternura y ve la atrocidad que está por cometer.

Como vemos finalmente el niño (salvo la sumisión química) no sufre mayores daños. Y esto pone al protagonista en una situación en la que él, genuinamente, es la única víctima. Es decir: por consumir y producir imágenes pedófilas pierde su trabajo y se gana la repulsa de todo su entorno. Pero ni el niño ni nadie que lo conozca sabe nada de la historia. Es un delito contra nadie. Esta parte me parece que pone al espectador en un punto incómodo a la hora de condenar al protagonista. Evidentemente nos repele lo que él hace. Pero es igualmente fácil considerar injusto el castigo que recibe.


viernes, 9 de diciembre de 2022

120 PULSACIONES POR MINUTO

Dir.: Robin Campillo
2017
143 min.

Aunque la historia principal es un romance entre dos gais y la muerte por sida de uno de ellos creo que hay un protagonista aún mayor: la organización contra el sida. Es lo primero que se nos presenta y creo que es lo que tiene una historia interesante.

Las contradicciones en la lucha, la asunción de su papel no como una representación de los colectivos sino como una organización activista. Su papel no es ser interlocutor, es generar visibilidad. El momento de mayor claridad de este mensaje es cuando invitan a los portavoces de las farmacéuticas y no quieren dialogar: quieren escandalizarlos. Creo que es un retrato muy relista y muy consciente de lo que son los grupos de lucha y reivindicación.

No sé si los actores son gais pero su actitud es maravillosa. Sin tener la cadencia reconocible del típico homosexual los gestos son fácilmente identificados. En cualquier momento, no necesitan ser histriónicos. Los diálogos en la intimidad sin apenas gesticulación tienen la actuación muy medida y mantienen el acting siempre.

En cuanto a los recursos formales hay un par de ocasiones en las que vemos a las células luchar contra el virus. Nadie sabe muy bien qué hacen ahí, pero tampoco molestan. Sí molestan a veces los planos tan contemporáneos de las caras absolutamente encuadradas. Desprecio absoluto a la frente del personaje.

No siempre sale bien contar la muerte de un personaje. Este caso tiene varios factores a su favor. El primero la aceptación con ilusión de su muerte y su condición de mártir. El segundo que hay una caída muy rápida. Al principio es alguien absolutamente lleno de vitalidad. Es muy drástica la caída hasta su muerte. Resaltar el plano del velatorio con todos los vivos consolándose en una habitación sin limitarse a las lágrimas y la habitación contigua con un único cuerpo tumbado en paz.

El final deja clarísimo el mensaje de la película: una muerte no es una derrota. Es un paso hacia adelante hacia su visibilidad y por tanto hacia la cura.


viernes, 2 de diciembre de 2022

COMPARTIMENTO NO 6

Dir.: Juho Kuosmanen
2021
107 min.

Es aplicarle una estética brutalista al esquema de película romántica. Me gusta ver cómo evita caer en muchos de los tedios con los que Estados Unidos ha lastrado el género, pero no tiene gran cosa nueva que decir. De hecho mantiene los tics propios de la road movie. Así por ejemplo los personajes que se cruza por el camino (aunque pocos) aparecen tan de sopetón y tan poco orgánicamente como nos esperaríamos.

Como digo sí me gusta dónde se ha decidido situar la historia. Un paraje nevado, con un barco hundido, fábricas, minas, humo, bloques de edificios monstruosos. El tren es de lo más incómodo, percibimos esto incluso por los movimientos de la cámara. Creo que todo esto en general le da mucha carga a la relación entre ambos. Precisamente porque nada invita a ello es tan importante lo que sean capaces de vivir.

Creo que la presentación que se hace del desconocido es muy arriesgada; tanto, que nos distancia de la película varios minutos. Lo primero que vemos de él es que se emborracha e intenta meterle mano a la protagonista. Le vemos como un ser potencialmente peligroso. Por eso nos chocará mucho cuando ella deje de verle así y pase a conformar una amistad y unos minutos más adelante intente besarle. No sabemos nunca muy bien qué le lleva a avanzar tan rápido en su relación. Sí me gusta la actitud de ella ante los desconocidos. Si bien mantiene una prudencia, no cae en esa absoluta misantropía de los estadounidenses.

Me gusta también que el final del camino sean los famosos petroglifos. Desde el principio sabemos que no habrá ninguna gran recompensa. Todo se basaba en hacer el camino con su chica. Me gusta igualmente el trato que ella recibe cuando ya está cerca de su destino. Un pueblo absolutamente deprimente se sorprende de la llegada de turistas y los trabajadores de la zona se ven molestos por los caprichos de alguien urbano que pasa sus ratos libres citando a escritores.

Aunque el final me gusta, me parece demasiado convencional. Antes de que se acabe con la conclusión lógica en la que cada uno se va por su lado había muchos momentos antes en los que la película podría haber terminado simplemente dejándolo sin resolver.

La escena del finlandés que toca un poco la guitarra es maravillosa. Nos lleva a la típica escena de celos en los albores del enamoramiento, pero el montaje en esa escena la hace muy cómica.