viernes, 19 de julio de 2019

ANA DE DÍA

Dir.: Andrea Jaurrieta
2018
105 min.

El título de la peli hace referencia a la película de Buñuel, “Belle de jour”. A su vez, éste hace referencia a “Belle de nuit”, eufemismo para decir prostituta. No he visto la película de Buñuel, pero me atrevo a decir que debe tener un argumento parecido al de “Ana de día”.

El argumento es bastante sencillo, una chica que abandona su vida perfecta y tradicional entra a trabajar en una especie de cabaret donde se verá convertida en prostituta casi por accidente. El principio de la peli es de un tono de thriller, solo para meternos en la trama. Se dice que la protagonista ha encontrado a una doble que está llevando su vida. La verdad es que para ser algo tan anecdótico en la peli está tratado con mucho cariño. La música es tensa, las actuaciones son buenas… Un prólogo muy bonito. Se pasan los créditos y se hace con don columnas unidas por puntitos, un formato de créditos muy poco habitual en el cine independiente.

La productora se llama “No hay banda”, en referencia a “Mulholland Drive”. “Ana de día” no es una peli Lynchiana, pero sí hay unos pocos guiños a su cine. Por ejemplo el cabaret donde trabaja lo vemos la primera vez como el club Silencio de “Mulholland Drive”. La primera llamada telefónica a su casa en la que habla con ella misma recuerda a la llamada del hombre misterioso de “Carretera Perdida”. Por suerte la peli no es un desfile de referencias. De hecho la estética del cabaret muy pronto se acerca más a lo que vemos en “Cabaret”.

La primera actuación de la protagonista en el cabaret es muy bonita pero es un pegote en la película. En todo momento el local se ha considerado inspirado en el aire de los años 20 y 30 de Estado Unidos, sin embargo la primera actuación que vemos es con música electrónica y con un montaje muy dinámico y muy poco acorde con la idea de cabaret tradicional.

Las actuaciones, como nos acostumbra el cine indie español son muy naturalistas. Especialmente la de la dueña de la pensión. Aunque la actuación sea excelente, su personaje se comporta de cierta forma no muy coherente y que nos hace rechazar un poco lo que vemos en pantalla. Es la dueña de la pensión y por tanto la protagonista es su cliente: no hay motivo para la relación maternofilial que se establece al final de la peli. La conversación que tienen es un gran apoyo para el discurso de que la sociedad te obliga a ser buen hija (incluso cuando huyes de tu madre). Sin embargo, no está justificada por la trama.

Justamente este discurso final es lo que me resulta menos interesante. Durante la peli ha quedado claro que el motivo por el que cambia de vida es porque está costumbrada a hacer lo que la sociedad le presupone que debe hacer. Pero lo hemos oído muchas veces, no queremos otro discurso revelador al respecto. No creemos que cambiar de vida, cuando ya hay alguien que la está viviendo por ti, sea un acto de rebeldía.

No me gusta mucho la reacción que tiene la protagonista con su amante. Que es amante y además su cliente como prostituta. No me gusta mucho ver una escena donde aparece su desengaño cuando todos en nuestra casa estamos pensando que cómo ha podido equivocarse tanto con la imagen que se ha creado de esa relación.

En la película encontramos todos los elementos del cine indie contemporáneo: los planos que dan saltos, las cámaras sin estabilizar, luces de todo tipo, muy poca profundidad de campo… Pero no hay saturación de ellos.

Es muy bonito el retrato idealizado que se hace del Madrid nocturno. Con luces de neón, calles estrechas con camiones de la basura que avanzan por ellas como un monstruo que las colapsan, iluminan e inundan…

Alabemos ahora la música a base de ruidos. Muy eficaz en los momentos que la peli parece un thriller. También muy bien el resultado del segundero del reloj un poquito irregular, lo suficiente para crear incomodidad.


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