viernes, 29 de mayo de 2020

BOHEMIAN RHAPSODY

Dir.: Bryan Singer
2018
134 min.

¿Película sobre Queen? Falso. Película sobre Freddie Mercury. Más o menos. Una parte muy pequeña. Sobre la leyenda de Freddie Mercury sería más preciso. La película no busca relatar una historia. Perece una película que busca rehacer los directos de Queen. Sus intenciones son recrear momentos muy concretos de la carrera de Queen, los momentos más estelares, los que dan más posibilidades a la imaginación.

La película principalmente es una fantasía, en un sentido muy riguroso, de la homosexualidad de Mercury, de sus fiestas y de su genialidad. Hay muy poca voluntad de contar una historia. Todo va como un tiro a pesar de que dura más de dos horas. ¿Cómo se consigue esto? Eliminando cualquier conflicto de la película. Solo se nos muestran cosas que justifican su fama infinita. La banda, y más concretamente Freddie, aparecen como genios. Nunca hay trabajo. Solo creación.

¿Es esto malo? No, pero hace que la decisión de Mercury de tener una carrera en solitario no tenga ningún sentido. Él nunca ha tenido problemas con su familia y aún así los trata como carcamales… Nunca hay conflicto y esto provoca que cualquier acto de rebeldía de Mercury aparezca injustificado y aumentando su ego. Es cierto que los otros tres miembros de la banda se pelean con él. Pero nunca generando un conflicto argumentativo.

Toda la vida amorosa de Mercury es también un desastre narrativamente. Su primera pareja masculina se trata de contraponer a Mary, su primer amor. Sin embargo es un tipo que es malo de una manera tan injustificada que no se entiende nada. Nadie sabe por qué Mercury estaría con él. Uno podría pensar que está con él porque siempre le sigue la corriente. Sin embargo es lo que hace todo el mundo a su alrededor. Y su segunda pareja masculina y con quien termina hace exactamente lo mismo. Se supone que es algo muy bonito que termine con este chico. Pero le conocemos poquísimo como para que nos impliquemos en esa relación.

Esta película ganó el Oscar a mejor montaje y se ha criticado mucho. Crítica completamente justificada. El montaje es lamentable. La parte narrativa por supuesto. Las conversaciones llevan un ritmo mareante. Los contraplanos aparecen con un ritmo nulo. A esto se le suma una puesta en escena sin ningún sentido. En la escena en la que Freddie pide volver a la banda hay tres frentes en la escena. Freddie por un lado, Brian y John por otro y en un tercero están Roger y su abogado. No hay un enfrentamiento de Freddie con la banda, el abogado no es un mediador… No hay ninguna virtud cinematográfica en esta escena. Pero incluso la parte musical, los directos de la banda están hechos con una falta de uniformidad aberrante. Cada directo parece una idea nueva que no pega en absoluto con el resto de la peli.

Toda la fuerza de la película se la debe a la música de Queen. Incluso en Wembley, que debiera tronar por sí mismo es inerte. Hay falta de fuerza por todas partes. Es cierto que el pobre Rami Malek hace lo que puede, pero su falta de dinamismo es patente y aberrantemente patente. Por algún motivo parece diminuto frente a lo enorme que era Mercury.

Lo que sí se puede alabar es el parecido de los miembros de la banda. De todos salvo el de el propio Malek. No voy a decir que no haya parecido pero dado lo impresionante Brian May es imposible ignorar las bolsas en los ojos de Mercury.


viernes, 22 de mayo de 2020

EL GOLPE

Dir.: George Roy Hill
1973
129 min.

Lo primero que llama la atención de la película es la ambientación. Pero lo que llama la atención principalmente es lo inteligente de su trama.

La película está hecha con unos decorados magníficos. Es maravilloso ese Chicago absolutamente decadente. Lo único lustroso son los estafadores. Toda la ciudad es gris y marrón. Esto permite que los trajes comprados específicamente para la ocasión sean tan poderosos. Es una maravilla cómo se los adivina debajo de esas gabardinas. Gabardinas de tonos iguales a los de toda la ciudad.

La película es inteligente pero también algo tramposa. Por ejemplo no tiene mucho sentido que el tipo que intenta matar a Robert Redford sea contratado por Paul Newman sin que este avise a aquel. Pero, dado el giro argumental que nos regala este asunto, se lo perdonamos. Es una maravilla la camarera. Un papel cortísimo para su peso en la película. Por otro lado es de una belleza no muy frecuente en películas de estos años. Su única arma de seducción en la mirada seria y desafiante.

La escena que es toda una declaración de intenciones es la del tren. Famosísima y no por ello menor. Esa forma de plantear todas las trampas de una forma clarísima. Es una genialidad la escena de póker. Ese Paul Newman insoportable tanto para el mafioso al que va a timar como para el espectador. Esa mirada de Floyd, el lacayo del antagonista de la nariz imposible. El propio espectador siente lo mismo que los tipos que están siendo timados. La tensión se maneja de forma habilísima y cómo se revela el pastel cae a plomo sobre la escena.

Todo el falso casino es perfecto. Es precioso cómo funciona todo de manera automática. Cómo se organiza todo y el aspecto de todos los participantes. Esa gran elegancia del tipo que vive arriba y que chiva los resultados de las carreras. Ese hombre mayor pendiente de una finísima tira con las narraciones de las carreras. Cómo se le impide apostar cuando se quedan sin dinero… Todo cuanto ocurre en ese local es una maravilla y está ejecutado a la perfección.

Por supuesto la actuación de Paul Newman es impecable. Ya sea trabajando en el tiovivo del prostíbulo o fingiendo regentar una casa de apuestas ilegales tiene una presencia apabullante siempre. El momento previo a la partida de póker en el tren es genial por su aspecto absoluto de superioridad. Esa sonrisa mientras el as de picas se mueve a su voluntad por toda la baraja.

Es bonita esa máxima de que para que un golpe sea perfecto, el timado no puede saber que ha sido timado. Cómo van a conseguir esto es una incógnita hasta un minuto antes del final. Esta es otra virtud de la película. Diez minutos antes de que la película termine aún no se ha llegado a la escena final donde ocurrirá la apoteosis.

La música con los intertítulos da en general una atmósfera tremendamente trabajada y con resultados impecables.

Hay una cosa muy sorprendente y es que los estafadores acaban bien. Son los protagonistas de la película y como tales deben terminar bien. Esto está justificado por la sociedad americana en tanto que el estafado es otro estafador. Pero al fin y al cabo también engañan a la policía.

La violencia es muy poco explícita. Los tiros que se dan tienen una sangre rojísima, lo suficiente como para no asustar a nadie. Si bien esto se ve extrañeza no resta efectividad al tiroteo.


domingo, 17 de mayo de 2020

EL CABALLERO OSCURO: LA LEYENDA RENACE

Dir.: Christopher Nolan
2012
164 min.

El asunto del Caballero Oscuro era enormemente simplista en la anterior película. Aquí solo se percibe este juego en el título. Nunca hay ningún tipo de ambigüedad en la moral de Batman. Hay que decir que en “El caballero oscuro” la única ambigüedad era para los personajes de la película. Nosotros teníamos claro siempre que Batman es un héroe sin mácula.

Esta película retoma los villanos de la primera. No tanto a los personajes (aunque nos hemos visto obligados a verle la cara otra vez a Cillian Murphy) si no el falso problema ético de matar a gente mala. Por suerte el malo de esta película es muy carismático. A la altura del Joker de Heath Ledger. Principalmente tiene la voz. Es maravillosa. Ronca y distorsionada artificialmente. Nada que ver con la voz resacosa de Batman.

De toda la trilogía es la película donde la política ocupa más espacio. En general es la más pretenciosa y por ello aquí se hace una crítica a una suerte de sistema comunista. Se ve la justicia como una especie de maquinaria al servicio de las élites revolucionarias… Crítica de parvularios. Además el mensaje ni siquiera está claro. Hay una parte de defensa de los valores Norteamericanos y su sistema de libertades pero por otro lado no hay una defensa clara de la policía, el órgano efectivo de ese sistema. En este sentido también se castiga mucho a Gordon por hacer caso a Batman y alimentar la leyenda del caballero blanco. Esto no tiene ningún sentido y, de nuevo, se genera un conflicto moral que no existe.

Probablemente sea la película más oscura de la saga. No en todo su metraje ya que por primera vez tenemos peleas a la luz del día. Pero siguen siendo peleas muy poco emocionantes. Somos afortunados y Nolan ha decidido dejar de agitar la cámara de esa forma tan molesta. El villano es de los seres más poco dinámicos que existen. No es posible conseguir grandes peleas con él. En este sentido no nos gusta nada el avión de Batman. Sería una idea loquísima si la película tuviera otro tono. Pero, como se toma tan en serio a sí misma no hay forma de disfrutar de tal disparate. Misma crítica a la moto. En la anterior entrega las ruedas hacían giros especiales. Pero las cosas que hace la moto en esta película son un delirio.

El asunto de la cárcel, que es lo que motiva el título de la película, es absolutamente simplista. La relación con Bane y la villana nos importa muy poco para la trama. Intentan generar una carga emocional en apenas unos minutos sin ningún sentido. Y no lo consiguen. No lo consiguen porque paralizan una escena en la que se supone que Gotham está a punto de volar por los aires. No tenemos el interés puesto en este asunto. El paralelismo con el pozo en el que cayó de niño y la cárcel es evidente. Aún así siempre tenemos a Nolan para explicitar su auto referencia. La cárcel sirve como pretexto para volver a insistir en el manido mensaje de que aunque Batman se mueva por venganza, acierta cuando es capaz de pensar y dejar la ira.

Anne Hathaway. Hace una especie de Catwoman-Batwoman, no sabemos muy bien qué. Esencialmente está para reparar la pérdida de la chica de Batman. No tiene otro cometido. Como superheroína no tiene mucha fuerza. El personaje esencialmente es un apoyo de Batman. Hay que reconocer que el resultado desprende erotismo en todo momento. Podemos mostrar en pantalla a un Christian Bale completamente magullado, pero por nada del mundo permitir una Anne Hathaway despeinada. Si cuesta creerse que Batman pueda pelear con capa, es irrisorio ver a esta chica pelear con tacones.

El final: Nolan no ha podido evitar explicitar todo. Gordon debe conocer la identidad de Batman por una justicia divina absurda. Además la frase que dice Batman para que Gordon le reconozca es loquísima. Es imposible que Gordon capte la referencia de la chaqueta que le dio cuando sus padres murieron. No tiene ningún sentido que de repente aparezca un Robin en escena. Y sobre todo. No es necesario que muestres el contraplano que todos imaginamos cuando Michael Caine actúa tan bien.


sábado, 16 de mayo de 2020

EL CABALLERO OSCURO

Dir.: Christopher Nolan
2008
152 min.

Por muchos motivos lo más conocido de esta película es la interpretación de Heath Ledger haciendo de Joker. Es llamativa en primer lugar por contraste con el Joker de Jack Nicholson. El Joker había sido luminoso hasta ese momento. Con esa obsesión de Nolan por conseguir una película oscura tenemos un personaje que llama la atención.

Pero Nolan también castiga mucho a este personaje. En general la película tiene menos escenas de pelea física que la anterior “Batman Begins”. Sin embargo las peleas siguen teniendo esta característica de que no se ve nada de lo que se ve en pantalla. Y es que el tono general de la película es de un horror vacui impresionante. La música suena todo el rato. Siempre. A veces muy flojito, pero siempre hay música generando una tensión que por acumulación no siempre funciona.

El problema de este montaje es que resta protagonismo a la escena. En particular no deja respirar a los personajes. ¡Cómo de buena tiene que ser la interpretación de Ledger que nos impresiona a pesar del poco tiempo que Nolan le concede en pantalla! Cosas como ese movimiento nervioso de lengua las percibimos pero sin que la cámara ayude un ápice al actor. De hecho las cicatrices de la boca que tanta importancia parecen tener para todo el mundo nunca nos llegan a desagradar. El actor no respira nunca. De hecho uno de los momentos que se consideran más memorables de este personaje es la detonación del hospital. ¿Por qué? Porque la película se detiene apenas unos segundos. El tiempo suficiente para que el ritmo de la escena sea radicalmente distinto al del resto de la película.

Hablemos de Dos Caras. Es interesante la dialéctica que se establece entre él y Batman. Quizás sea demasiado evidente llamarlos Caballero blanco y Caballero oscuro. Pero hay que ser consciente del tipo de obra que estamos viendo. Ocurre sin embargo que el actor elegido para interpretar a este personaje no nos lo creemos nunca como alguien positivo. Desde que le vemos por primera vez hay algo en su aspecto que nos hace sospechar que terminará siendo un personaje negativo. Sería injusto no reconocer la calidad de su maquillaje.

No queda nada bien que se cambie una actriz de la primera a la segunda película. Aunque a nivel de guión es mucho más importante Rachel en esta segunda parte que en “Batman Begins”, su personaje es mucho más flojo.

No había ninguna necesidad de mostrar en esta película al espantapájaros. Es de los peores elementos de la primera parte y no conseguimos nada con esa conexión.

Nos gusta que Bruce Wayne cada vez aparezca menos. De hecho cobran mucha más importancia Morgan Freeman y Michael Caine. Batman reafirma sus poderes. Por primera vez sentimos que tiene más cualidades aparte de ser bueno luchando. En particular nos creemos este poder que se menciona en la primera película pero que no se trata con el mimo suficiente como para que nos sorprenda. Por primera vez consideramos a Batman invisible. Es muy buena su aparición en el interrogatorio al Joker.

Nos alegramos de que Batman haya dejado ese tanque con el que recorría la ciudad y que no había quien se lo creyera. Si toda la movilidad mejora sustancialmente cuando empieza a usar la moto, ¿por qué espera a que se le rompa el coche?


viernes, 15 de mayo de 2020

BATMAN BEGINS

Dir.: Christopher Nolan
2005
140 min.

Una de las películas de superhéroes más aclamadas de la historia y uno de los clavos a los que los defensores de Nolan se agarran. La película está bien, es entretenida y tiene ideas innovadoras pero muchas de las ejecuciones fallan.

El principal defecto que tiene la película es lo rapidísima que es en su montaje. En particular en las escenas de acción no vemos absolutamente nada de lo que pasa. Pareciera que sacar cosas en pantalla sin que se vea bien lo que está pasando es uno de los objetivos de la película. Es conocidísimo el tono oscuro de la película. No es menos conocido que esto se usa para que no se note tanto la tecnología CGI. Es cierto que los efectos funcionan estupendamente. Nunca nos parece aberrante una imagen generada por ordenador, salvo quizás los barrios bajos de Gotham.

Nolan no puede evitar ser Nolan cuando nos repite dos veces el origen de un estetoscopio que Bruce Wayne guarda de su padre. Cuando el protagonista está sosteniendo ese icónico objeto por segunda vez nos tememos por un par de segundos que Nolan se comporte como Nolan. Y efectivamente ahí tenemos el plano que nos explica el significado de ese objeto por segunda vez.

El mensaje de la película es político a más no poder. Con esta idea de que el estado lo hacen los ciudadanos y que es responsabilidad suya mantener la justicia. Se habla de que la sociedad se sostiene gracias a filántropos como los padres de Bruce Wayne. En lo que no se hace tanto hincapié es que necesariamente hay que ser rico para esta serie de bondades.

A nivel de actuación de Christian Bale nos alegramos de que la máscara de Batman le proporcione un ceño fruncido sin que él tenga que poner un gesto serio que nunca nos creemos del todo. La actuación de Cillian Murphy es decepcionante pero no tanto por culpa suya. Simplemente no nos creemos nunca que sea dueño de un psiquiátrico. Esas gafas que intentan convencernos de que es una persona que ha estudiado mucho no funcionan nunca. Tampoco funciona mucho el diseño de personaje de “el espantapájaros”. Es un personaje irrisorio.

Por lo demás hay agujeros de guión por muchos sitios. Pero bueno, no molestan demasiado al desarrollo de la trama. Como cosa positiva podemos hablar del coche de Batman. Es cierto que nos provoca una mezcla de asombro por lo enorme de la máquina y, a la vez, nos da una imagen que nos impide creernos lo que estamos viendo. Un bicho de ese tamaño no puede andar por los tejados de ninguna manera.


viernes, 8 de mayo de 2020

BIENVENIDO MÍSTER MARSHALL

Dir.: Luis García Berlanga
1953
75 min.

Prodigio. La primera escena con una narración maravillosa es una gran presentación de lo que vendrá. Con un humor bastante sutil que me sorprende que haya pasado la censura. En particular la imagen de la bandera americana en una acequia resulta enormemente poderosa. Una enumeración de personajes suele ser un elemento tedioso y necesario, en este caso es innecesario, es para el recreo del guion. Se nos deja la fantástica frase Espera una carta que no llega, sus antepasados se han vuelto a olvidar de escribirle.

Con gags más tontos como Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación. Y esa explicación que os debo, os la voy a pagar se disimula la feroz crítica social. El uso de figurantes reales del pueblo da una imagen insuperable. Como recuerdo de la cola de peticiones, donde se retrata al pueblo de una manera muy cruel.

Resultan francamente divertidos todos los chistes que entran con una facilidad asombrosa a pesar del paso del tiempo. Además, la escena del western resulta un ejercicio teatral maravilloso. Una escena muda que detiene el argumento y deja exhibirse a los actores y director de una forma formidable.

El final es muy entrañable y deja un gran sabor de boca. Maravillosa.


viernes, 1 de mayo de 2020

TRES ANUNCIOS EN LAS AFUERAS

Dir.: Martin McDonagh
2017
112 min.

Película con muchas nominaciones a los Oscars. Es principalmente dramática. Con una trama nada cómica pero unos silencios, unos personajes tan despreciables, que en ocasiones solo puedes reírte. Cuando esto ocurre normalmente la película se torna más dramática y tú te sientes culpable. Como ejemplo, el momento en el que el policía llega después del incendio al hospital. La situación pasa de un silencio muy cómico a una acción casi heroica y de compasión.

El personaje protagonista es un poco complicado para el espectador. Evidentemente es buena persona, pero toma según qué acciones que, de nuevo, hacen que el espectador no se sienta cómodo con esa familiaridad que siente por ella. El caso más evidente y, que no comprendo, es en la cena con el acondroplásico. No hay necesidad de que la protagonista le trate de esta forma. Ya hemos visto cómo al jefe de policía sí le trata como es debido cuando lo necesita.

Parecido pasa con muchos otros personajes. Incluso cuando se comporta bien para el objetivo de la película, puede hacer cosas que de nuevo te son condenables éticamente y tú te sientes mal. Hay que decir que el personaje de alguien racista está muy conseguido. No es un malo muy malo. Es la típica persona a la que le molesta sobremanera que a un negro se le llame persona de color.

Siempre me ha gustado que la violencia se trate como algo banal. En este caso muy justificadamente. Hay un hombre borracho que, por un enfado, tira a otra persona por una ventana. Toda esta escena con una música muy naíf. Para el borracho no es algo violento, así que para el espectador tampoco. Gran decisión.

Por algún motivo tenemos también alguna secuencia donde todo parece ir bien encaminado. Esto a mi parecer está rodado de una forma nada acertada. Parece una escena en la que simplemente tiene que avanzar la trama. No hay diálogos interesantes. No se mantienen los desarrollos de los personajes. Difiere con el tono general de la película.

Para terminar, es maravilloso que un tipo esté pensando si matar a alguien o no y mientras haya una tortuga subiendo encima de su madre.