viernes, 25 de diciembre de 2020

CABALLERO SIN ESPADA

Dir.: Frank Capra
1939
129 min.

Afortunados los no estadounidenses por poder ver esta película. Un enamorado de la patria estadounidense llega a senador para ser utilizado como títere. En Washington descubrirá las corrupciones que se dan en el Senado. La película establece un enfrentamiento entre el idealismo del jovencísimo Smith con la corrupción del senador que le colocó en ese puesto.

Hay mucho que aprender de la mentalidad estadounidense. No sólo de sus ciudadanos, también del espíritu que cultiva su gobierno. Smith llega a Washington y se siente maravillado por la cúpula del capitolio. De hecho tenemos un poco este tópico del tipo de un pequeño pueblo que llega a la gran ciudad. Se le dice: la fauna de Washington es distinta, aquí llevan tacones. Disfruta visitando las estatuas de todos los grandes presidentes. Y hay tres grandes palabras que se nos muestran en un montaje estupendo a golpe de campana: libertad, vida y felicidad. Son palabras que están en la Constitución. La primera crítica es evidente: ¿qué clase de constitución puede permitirse asegurar la felicidad a sus ciudadanos? Pues la de una sociedad que no tenga claro qué es la felicidad o qué es un Estado. En esta línea el estadounidense que no sea feliz está siendo antipatriótico.

Estados Unidos nace con constitución y con un sistema de gobierno: la democracia. Como tal es un Estado que no acepta otra forma de gobernar. Atacar a sus políticos es un ataque al propio país. Cuando Smith jura su cargo jura por la Constitución y contra sus enemigos, nacionales o extranjeros. Es una democracia que está por encima de sus ciudadanos. Se graba en piedra que la democracia se da por y para los ciudadanos, hay una imagen de un niño que prácticamente aprende a leer con los discursos de Lincoln, ¡pero que a ningún ciudadano se le ocurra ponerse contra la Constitución!

Al protagonista se le pinta como un iluso. Un tipo que llega a Washington y queda boquiabierto por el culto casi divino que hay hacia su Estado. La película sabe que es inocente. Hay quien le llama Don Quijote. De hecho se le dice luchas contra molinos. En su primer discurso en el Senado lo único que se oye cuando termina son los gritos de los niños que lo tienen como ídolo. En resumen, es un ser infantil. Pero cuando la película avanza poco a poco lo va convirtiendo en héroe. De forma más anecdótica se le pinta como un David contra Goliat. ¿Qué clase de obra considera heroico a Don Quijote? La película se posiciona claramente en el lado del idealista. Aquí me parece que el mensaje es bastante simplista. La diatriba que presenta es o Constitución leída como se lee la Biblia o corrupción. El único personaje que defiende los valores estadounidenses es este tipo. No hay nadie capaz en toda la película que se oponga a la corrupción.

Por lo que se nos muestra en la película nada nos hace pensar que el político corrupto sea mal gobernante. Todo el mundo en su estado parece estar contento con el resultado de su gestión. Lo que lleva a Smith a enfrentarse a ello son unos ideales. Pero quién sabe si esos ideales van a llevar a la miseria a todo un Estado. Los antagonistas aseguran que sí, yo no lo tengo tan claro. Pero lo que sí es seguro es que las cosas con corrupción están funcionando bien. Distinto es una corrupción que supone robar y además no dan resultados.

La libertad que tanto repiten en la película es un concepto enormemente etéreo. En uno de sus momentos de fantasía habla de que Estados Unidos es un país que garantiza la libertad para pensar y hablar. Efectivamente. Habla, habla que el dinero ya actuará. El problema justo de la libertad de la que tanto habla la película es que permite que aparezcan personajes como el antagonista. Que un tipo en un Estado sea el que controla construcciones, prensa… todo sólo es posible en un Estado liberal. Allí donde se da libertad gana el más fuerte, en este caso es en lo económico y con lo económico llegan los líderes de opinión. Ahí tenemos la imagen en la que se machacan con camiones las carretillas de reparto de los niños que quieren retransmitir el discurso que está dando Smith en el Senado. La falta de medios de comunicaciones da lugar a la paradójica situación de que a un tipo que habla durante 23 horas seguidas se le escucha en todo el país salvo a la gente a la que le está hablando. No es casualidad que en el Senado el puesto más alto, encima del presidente, sea para la prensa.

Argumentalmente la película es muy potente. La acusación de corrupción contra Smith es una maravilla. Pasa de ser un ingenuo que piensa pagar 80 hectáreas con dinero obtenido con recaudación infantil a ser un tipo que quiere estafar a los niños de todo un país. Hay que decir que generar esta escena le resulta muy fácil a los antagonistas. Aquí pierde un poco de fuerza este obstáculo ya que la película se vuelve enormemente desigual. Pero la ciega alabanza al Senado hace que un hombre con su palabra pueda enfrentarse a los poderosos. Retomando aquí la idea de libertad de expresión. Hay un pequeño detalle en este armazón: antes hay que llegar al Senado. Recordemos que el Señor Smith puede enfrentar a los poderosos porque lo han elegido a dedo senador y esto ha ocurrido porque tiene un séquito de niños que le hacen popular.

La escena final es muy potente. Ese discurso de horas y horas. Hablando con el presidente del Senado, hartando a todos los senadores. Se muestra el ridículo que es el ponerse de espaldas a la persona que está hablando, algún congresista tenemos nosotros que tendría que revisar esta imagen. Se llama a quorum a los senadores, se necesita que la persona que habla tenga público. Los otros senadores hacen turnos para escucharle. Está desfallecido. El final feliz es un poco gratuito pero es lo que Hollywood da. Una maravilla.


viernes, 18 de diciembre de 2020

CRUEL & UNUSUAL

Dir.: Merlin Dervisevic
2014
95 min.

No se queda en eso, pero la película es una revisitación de “El Efecto Mariposa”. No hay debate en que aquella es una película mala. Esta tiene la factura propia de su década. Los años 2000 fueron tan estridentes que era muy fácil detectar películas pretenciosamente malas como “El Efecto Mariposa”. La limpieza en el manejo de la cámara y unas escenas más amplias donde la gestualidad de los personajes es más refinada puede marcar una distancia grande con esa película que su guión no.

Muy al principio de la película tenemos estos elementos del cine independiente. Relatos truculentos como el asesinato de dos padres, vemos una entrepierna sangrar al arrancarse unos testículos. Esta película busca más recrearse en el drama del relato que no buscar la comedia negra a su costa como lo haría Lanthimos.

La estética del centro penitenciario post mortem es muy poco interesante. La mujer que manda desde un televisor aparece blanquísima en un fondo oscurísimo. Su imagen recuerda mucho al hombre misterioso de “Carretera Perdida”. No sólo su imagen, también sus órdenes vociferadas.

La estructura de hombre nuevo en una institución que no comprende nos da un poco de pereza. Los primeros momentos de la película nos descolocan más o menos como lo hace “Holy Motors”. Pero en esta película el protagonista debe descubrir la institución a la vez que nosotros. Esto supone que nosotros aceptemos la ficción de la película antes que él su realidad. Ver este proceso en el que comprende que está atrapado en ese lugar no es algo bonito. Mientras conocemos la dinámica nos hablan de castigo, culpa… Unas cosas que dan una trascendencia a la película que no nos dice nada. De hecho durante la ruptura del bucle se pierden todas estas ideas, porque la vocación de la película es mucho menos filosófica de lo que pretende. Toda esta ruptura nos lleva a un final poco explicable y que la película considera feliz. Por el camino nos ha dejado una imagen absolutamente ridícula, un protagonista reconvertido en buena persona le quita la escalera a una mujer suicida para poder suicidarse él.

Un hombre que mata sin querer a su mujer revisita su muerte hasta que entiende los motivos que la llevan a ella a intentar asesinarlo. Por otro lado descubre que lo que él consideró un accidente, realmente es algo deseado. Aquí de momento hay asuntos del subconsciente de Freud, que no interesan demasiado. Él aprende que era un marido controlador. Antes de que él lo supiera nosotros ya teníamos suficiente información. Pero la película se espera a emitir su juicio para matar cualquier duda en el espectador. La muerte se repite desde varias perspectivas. Así él conoce sinceramente su culpa y se sabe merecedor de su castigo. El recurso de que tenga que introducirse en el papel de cada uno de los involucrados para ello es un poco fácil. La repetición de una historia siempre nos transporta a “Rashomon” y la película lo sabe, por eso la mujer protagonista es asiática.

Al final de la película él sigue internado. No sabemos qué muerte debe repetir eternamente. No ha matado a nadie. Ha cambiado su destino por un suicidio, un suicidio que no puede repetir porque lo ha cometido con saltos dimensionales.

El recurso de los tatuajes para dar una explicación fugaz al final de la película da vergüenza ajena.

Creo que en cuanto a la mujer maltratada que asesina a su marido la película evita emitir culpas sobre ella.


sábado, 12 de diciembre de 2020

SUÉLTATE EL PELO

Dir.: Manuel Summers
1988
100 min.

Segunda película de los “Hombres G”. Ya son famosos y se ven envueltos en un chantaje por unas fotos con una mejor de edad. En general es una excusa para poder repetir la actitud de desdén hacia las chicas de David Summers. Todo el asunto está planteado de una forma bastante incómoda. En la primera película no se declara la edad del grupo. Aquí tampoco, por tanto cuando nos dicen que la chica tiene 16 años no sabemos muy bien cómo interpretarlo.

La película tiene al inicio una escena en Acapulco que supongo la habrá encarecido mucho. Alucinamos un poco con que se fueran hasta ahí para grabar un parque acuático. Después de esto la película se convierte en intriga, drama judicial y después juego de espionaje. El batería llena una habitación de hotel de micrófonos para grabar unas conversaciones… En general se cometen muchos delitos. Demasiados de los que serían lógicos para una persona que ya está en la cárcel.

Las fans del grupo funcionan como un ente un poco raro. En un momento que la película necesita recurrir a una chica joven de repente se menciona a Ana. Suponemos que una fan que, por alguna razón tiene estrecha relación con el grupo. Todo lo que el grupo necesita lo resuelven con fans. Fans en vespino, fans protestando en la cárcel, fans vigilando un chalet, fans adolescentes que se dejen manosear por Toni Cantó…

Hay muchas más canciones de las que nos apetecen escuchar. Ocurre que la mayoría de las canciones conocidas están en la primera película, el repertorio de esta deja mucho que desear. Cantan mucho y mucho en conciertos. Por cierto muy mal ecualizados. El sonido de la película hay muchas veces que es deficiente. Las canciones detienen una trama que en ningún momento nos ha enganchado. Lo único que nos deja el drama jurídico es a Tomás Zori, el tipo que interpretó al profesor de clarinete en la primera, haciendo de un abogado pasadísimo de vueltas cuya carta de presentación es: soy bajito pero tengo más mala leche que un marica cojo. En este tramo de la película hay tantísimas incongruencias que no vale la pena detenerse a hablar de ello. Solo comentaré el momento en el que llevan unas grabaciones inculpatorias a la policía y dicen que no nos han hecho caso, dicen que están muy ocupados con los terroristas.

La película da un giro radical unos minutos antes de terminar. Se organiza una persecución a una ambulancia con un camión de Coca-Cola y un montón de vespinos hasta la Casa de Campo. En el camión van tres de los Hombres G con barbas y bigote postizos. En la ambulancia van los malos, David Summers, un cardenal y una mujer que pare hasta 4 niños. Esta escena es un delirio absoluto. Quizás sea por lo poco emocionante que ha sido la película hasta ese momento pero a mí me ha maravillado.

Los bigotes postizos son absolutamente demenciales. El calvo antagonista ya tiene un físico cómico. Se conduce a toda velocidad sin ninguna justificación. El cura va bautizando niños con un gotero. Un ciego, atropéllalo, para lo que hay que ver… Aparecen guardias de tráfico intentando parar la persecución por todas partes. A uno de ellos se lo atropella, lo aplastan como a un papel y lo tiran a la papelera. Dos veces atropellan a un frutero… La verdad es que la he disfrutado mucho.


viernes, 11 de diciembre de 2020

¡SUFRE, MAMÓN!

Dir.: Manuel Summers
1987
102 min.

Una promoción de los Hombres G. A ratos con resonancias a “Desmadre a la americana”. De hecho es fácil identificar al gordo de aquella con el batería de esta. En general la película se permite de todo. Se busca construir una imagen de chicos rebeldes para poder venderse entre la juventud de los 80. Con un argumento absolutamente pegado a la canción homónima tratan de justificar de todo.

El inicio de la película es muy potente. De hecho, aunque esté hecho con muy poca habilidad, toda la primera mitad de la película está repleto de ideas arriesgadas. Empieza con unas bromas a unos curas que no funcionan tanto en si mismas como por la sorpresa de la carta de presentación. El momento de la expulsión del colegio es absolutamente desfasado y con un odio expresado con mucha torpeza hacia la curia educativa. Los dos curas responsables de la expulsión de los protagonistas son asquerosos.

—Aquí no hay más cojones que los míos.

—Y los míos. Contesta un cura baboso.

La siguiente escena es una clase de clarinete. El profesor de música es un homosexual ofensivo por todas partes e hipnótico. Cuando aparece, el batería suelta una verborrea que repite hasta tres veces y la película ni se inmuta. Tras notificarle que su tío ha muerto por una caída de una ventana el profesor de música le contesta: Que no sea nada lo de la muerte de tu tío.

La película está llena de rimas ofensivas, un punki que intoxica a su mono por teñirle el pelo de verde, gatos que vuelan en una clase. El profesor gordo y con bigote es inexplicable. De nuevo la película presenta un personaje imposible sin inmutarse.

El papel de la novia del protagonista es terrible. Todo el punto de la película está en conseguir que las adolescentes que se derriten por el cantante lo sigan haciendo. Para ello no puede terminar la película con la novia. Esto genera un final bastante curioso. Estamos poco acostumbrados a que un final donde el protagonista acaba soltero sea un final feliz. Aquí triunfa la amistad, y prácticamente la delincuencia, cuando sentencia encima del escenario que todas sus fans son sus novias.

La película a ratos abandona por completo su trama para introducir temas que estaban más en boga en aquella época. Por ejemplo la película se detiene un tiempo absurdo por una pelea entre los cantantes de las dos bandas rivales. Esto bajo la atenta mirada de un productor que parece dispuesto a fichar al que gane la pelea. Se menciona explícitamente “Rocky” como si se quisiera dejar clara la referencia a la película de éxito de aquel tiempo.

Hay otra trama que me obsesiona. Un tipo con un acento argentino imposible ofrece al cantante una carrera en solitario. Para convencerle de ello le lleva a un yate lleno de tetas. Le expone su plan y las tetas se sacuden delante de la cámara. La película sigue y unos minutos antes de terminar aparece el argentino, le recuerda su conversación y el cantante dice que está muy contento con la carrera en el grupo. ¿Qué importancia ha tenido este hombre? Que ha traído tetas a la película.

Los pubs también son para verlos. En una escena, cuando graban “Venecia”, en la barra hay una chica vestida de torero. Los amigos se juegan a los chinos quién se acuesta con la única chica del grupo. En una jugada que no logro entender, el que gana debe ponerse una peluca de pelo largo y rubio y unas tetas de goma. A la novia la llaman de todo. A las chicas las llaman ganado como término más suave…


jueves, 10 de diciembre de 2020

NATALIE_NET

Dir.: Chico Morera
2015
83 min.

El primer servicio que hace la película es incluir una serie de fauna de internet en el mundo del cine queriendo hacer una suerte de isovalencia cultural. Las paredes del escenario se llenan de memes propios de principios de los años 2010. Hay una bebida energética que aparece de cuando en cuando “Red Mellow” en un homenaje a “Yellow Mellow”.

Toda la trama se construye apilando elementos de distintos géneros y referentes. Se acumulan misterios para jugar a la hermenéutica. Un hombre con una tela blanca en la cara que después nos enteramos de que está hecha de poliestireno. Una peluca que sirve para distinguir realidad de ficción. Un aparato con luces que vaticina la muerte de la protagonista. Sangre injustificada, latas que se mueven solas… Muchos de estos elementos remiten a “Paprika, detective de los sueños”. Un mundo virtual que se vuelve real a ratos sin que importe muy bien por qué.

El problema de alguien que lleva años reivindicando sus referentes cinematográficos es que inevitablemente los vamos a buscar en su obra. Y sobre todo si es alguien tan ególatra como Chico Morera. No nos ha sorprendido que la marca de pizza, que es tan protagonista, lleve su nombre y tampoco nos ha sorprendido verle hacer un cameo con su sempiterna ceja levantada.

Siendo la actriz protagonista también una hacedora de efectos especiales la casquería no podía faltar. Aparece gratuitamente y quizás por este mismo motivo ni siquiera remueve las tripas. Por algún tipo de superpoder la protagonista hace que se parta por la mitad su vecino alcohólico y acosador. Después descubrimos que quizás no sea alcohólico: que la única imagen que tiene de él le incluye borracho y cada vez que piensa en él, apela a ese recuerdo y la reconstrucción siempre está relacionada con el alcohol.

El ambiente exterior es de un mundo con luces parpadeantes rojas. Referencia inevitable a “Blade Runner”. Este elemento desafina con el cromatismo de la habitación: verde y morado. El rojo de fuera rompe esta estética. En general el universo de la película es extraño. Por un lado tenemos euros, pero la policía es absolutamente irreconocible para nosotros. Se hace referencia a un acoso escolar como el que conocemos por las películas estadounidenses. Le ha quitado la comida un abusón. Suena muy lejano como para ser España.

Los diálogos son un hastío. Están llenos de clichés y en demasiadas ocasiones dan vergüenza ajena. Además la película en general tiene un ritmo pausado. Hay un pequeño silencio después de cada frase para que podamos reflexionar acerca de cuántas veces habremos escuchado algo como eso. Para colmo el pizzero protagonista, o su doblador, tiene una falta de carisma radical. No hay forma de empatizar con él, pierde fuerza por todas partes. Por eso nos sorprendemos cuando la protagonista siente atracción hacia él. Ese diálogo inicial en el que ella se sorprende de que alguien le trate bien es un sufrimiento. Es infame, lleno de ingenuidad. Se nos presenta un mundo tan hostil que no nos creemos de ninguna forma que alguien como ese pizzero pueda sobrevivir.

Hay que reconocer una cierta valentía en las escenas. En particular me refiero a un momento que pretende ser cómico sin conseguirlo. El pizzero llama a la puerta y ella quiere hacerle creer que acaba de salir de la ducha, pero se ha dejado las botas puestas por lo que debe inventarse una historia que no nos importa ni al pizzero ni a los espectadores. Sin embargo la escena no se corta y el ritmo del diálogo no se acelera mantiene el pulso buscando la risa que en mi caso ha estado lejos de conseguir.

Quizás los personajes más interesantes sean los policías. Quizás sean demasiado corruptos como para ser creíbles y sus uniformes son una payasada. Pero son quienes dejan los diálogos más interesantes. La figura del marido putero harto de su esposa gorda es un cliché manidísimo. Hacen una buena simbiosis. Por algún motivo uno de ellos siempre está comiendo algún tipo de bocadillo.


viernes, 4 de diciembre de 2020

NUNCA, CASI NUNCA, A VECES, SIEMPRE

Dir.: Eliza Hittman
2020
101 min.

La película tiene como tema principal el aborto de una chica de 17 años. Pero, dado que tienen que viajar de un pueblo a Nueva York, termina tratando del choque que le supone a alguien que no ha salido nunca de su pueblo encontrarse sola en una gran ciudad. Con la mezcla de admiración y miedo topiquísma. Por otro lado en ocasiones se aproxima a una buddy movie estrogenada.

La película parece olvidar a ratos que tiene unos espectadores delante. Hay una cierta falta de implicación con la historia. Es un poco intangible, pero no parece nunca que la película te invite a acompañar a las protagonistas en lo que les ocurre. Creo que trata de evitar que el espectador sienta que se está adentrando en la privacidad de los personajes. Algo del todo imposible en el cine.

Este cuidado de la directora creo que tiene que ver con la primera vez que un extraño interactúa con la pareja protagonista. La película lo plantea como una amenaza. No será una amenaza y el tipo tiene más bien aspecto de panoli. Pero esto obedece al miedo de los estadounidenses a interactuar con nadie de su entorno.

El comportamiento de este chico más adelante será lo que les haga sobrevivir en Nueva York al quedarse sin ningún dinero. Para una película de corte evidentemente feminista es un poco raro que dos chicas necesiten a un hombre. Por otro lado que este hombre se convierta en su mecenas es absolutamente absurdo. En películas más tópicas una mujer se enamoraría de un hombre necesitado de amor. En esta película un hombre decide darles dinero sin ninguna justificación.

Se tontea con una pseudo prostitución en la que parece que la película tenga miedo de implicarse. La chica se lía con un chico y suponemos que sólo lo hace para conseguir el dinero. Pero aquí hay mucho interrogante. Suponemos que no lo quiere hacer porque busca el dedo de apoyo de su prima mientras le besa con los ojos cerrados. Pero a ella no se la ve especialmente disgustada. Tampoco ha huido del chico en ningún momento. No le ha buscado pero tampoco parecía molesta al sentir su mano sobre su muslo. Parece que a esta chica se la presupone una estrechez para darle gravedad a la escena, pero tal estrechez no se construye por la película.

En general siempre que la película busca un momento apacible llena la escena de mujeres y obvia por completo a los hombres. Salvo el mecenas masculino sobre el que la película no se acaba de posicionar, los hombres suelen ser despreciables. El novio maltratador de la protagonista, el padre que disfruta llamando zorra a su perra (mascota), un chico que grita a la protagonista mientras canta… También está el jefe de las dos primas. Otro personaje al que la película tarta de una manera extraña. Es un hombre que recibe el dinero de la caja detrás de una mampara opaca. ¿Por qué? No lo sabemos. El caso es que ellas deben introducir la mano con el dinero por una abertura y él sistemáticamente las besa. Y la actitud de ellas es enormemente confusa. Podemos suponer que llevan en ese puesto de trabajo mucho tiempo. ¡Y reciben esa situación como algo impactante! Se supone que es un trámite al que se enfrentan diariamente. Entiendo la intención de esta escena pero narrativamente no tiene ningún sentido.

Con respecto al dilema del aborto creo que la película es un poco prepotente. En ningún momento la chica se plantea la moralidad del aborto. ¡Con 17 años! De esta forma la película quiere posicionarse como mucho más adelante en este asunto. Se postula el aborto como derecho feminista sin ningún tipo de dudas. De nuevo, entiendo que no sea esto un aspecto que la película quiera tratar, pero no me creo que no sea algo que la protagonista se platee nunca.

Por último, entiendo que la película hable del drama que supone no facilitar el aborto. Pero cuesta mucho empatizar con las protagonistas cuando no piensan nada. A ratos la película recuerda a “¡Jo, qué noche!”. En apenas dos días les ocurre de todo, hasta el punto del hartazgo. Y la película termina con un final tramposo. Si no feliz, sí se postula como un final. No es un final es un inicio de un montón de impedimentos más. Explicar a su familia por qué lleva tanto tiempo fuera de casa, explicar dónde está el dinero que roban para pagar la intervención, pagar lo que falta de la intervención, secuelas que puedan dejarle la intervención, lidiar con su novio maltratador y violador…