viernes, 24 de diciembre de 2021

LA CASA DE JACK

Dir.: Lars von Trier
2018
150 min.

Las críticas de Cannes hicieron toda la promoción de esta peli y yo he ido a verla con la precaución de cerrar los ojos cuando aquello fuera un surtidor de sangre, tripas y una exposición de la pretenciosidad de Lars von Trier. Por contraste con mis expectativas, la película me ha gustado bastante.

La peli es sobre un asesino en serie sin ninguna de las cualidades habituales. No hay rastro de elegancia, inteligencia, caballerosidad, frialdad… Sí está muy presente la psicopatía en la construcción del personaje, pero nunca como algo atractivo. Jack es un ser enfermo, raro y no hay que empatizar con él. La trama avanza por un relato de Jack con su Virgilio en el descenso a los infiernos. En este diálogo se juzga duramente a Jack. No hay comprensión o compasión. Es un ser negativo en cualquier sentido. De hecho muchas veces se le humilla y se le critica que tenga TOC; ningún asesino en serie que se precie puede permitirse tener TOC.

Estilísticamente abunda la cámara al hombro poco estática, en ocasiones frisando el estilo televisivo. En contraposición, la fotografía es muy cuidada y los focos, precisos. Los incidentes que nos narra tienen saltos en mitad de los diálogos. Esto ayuda mucho al guion. Con frecuencia los diálogos se vuelven espesos y por culpa de la poca habilidad verbal de Jack entra en callejones de los que es difícil salir. Con el montaje se soluciona rápidamente.

A pesar de ello se mantiene mucho la tensión en los momentos previos a cada asesinato. Nadie quiere ver eso. Realmente la peli nos muestra el morbo del espectador ante la violencia. Estamos deseando que Jack mate y deje de hablar. En los dos primeros asesinatos aún estamos aprendiendo cómo es Jack y el director está mostrando cómo maneja el tempo de la película. En el tercero, nos sobra un poco. Es cierto que el desenlace es una muerte muy espectacular que no tendría esa importancia si su exordio no fuera tan largo como es.

Las muertes son lo esperable: espectaculares en el peor sentido y por ello muy divertidas. Cuando parece que vamos a ver una escena de conmoción por la muerte de un personaje al que acabamos de conocer pero al que hemos escuchado lo suficiente para haber empatizado, un plano ridículo rompe por completo el tono que se ha generado. Especial mención al atropello en mitad de la noche. Lo que me lleva a alabar el tratamiento de la oscuridad en general en toda la peli.

Mientras Jack dialoga con Virgilio dedica algún rato a teorizar sobre la violencia en el arte. Es un diálogo más o menos interesante acompañado por imágenes de las propias películas de Lars von Trier. Un poco más adelante se refiere a las grandes catástrofes de la moral humana y utiliza imágenes de diversos genocidios en los que los cuerpos de los muertos se tratan como si fueran escombros. Efectista. No por ello negativo, pero aun así, negativo.

La parte final del descenso a los infiernos me parece que está representada con poca habilidad. Es cierto que los chillidos de los muertos dolientes es algo muy interesante, todo el croma y los rojos tradicionales cambian mucho el tono de la peli. Parece que, más que el séptimo círculo del infierno, se esté en alguna superproducción de aventuras.


viernes, 17 de diciembre de 2021

UNA CHICA VUELVE A CASA SOLA DE NOCHE

Dir.: Ana Lily Amirpour
2014
100 min.

Sus créditos iniciales y el formato excesivamente apaisado pretenden que la consideremos un western. Es cierto que podemos forzar la figura de justiciero, pero sería muy forzado.

Otra apuesta muy fuerte es el título. Es un tópico que siembra la imagen de calles peligrosas y que nos hacen esperar una violación. Bien, la directora se ha reído de nosotros y la chica protagonista que vaga por las calles de esa ciudad iraní es lo más peligroso que vemos en la película. El pulso que nos ha propuesto el título aumenta cuando vemos al protagonista después de haber consumido alguna droga en forma de pastilla volver a su casa de noche. Alucinando con una farola. Dándonos un plano muy potente. La vampiresa va en un monopatín recién robado. Él está disfrazado de Drácula. El conjunto es maravilloso. Ella, que mata a su antojo, se apiada de él. Aquí es donde la película planta su mayor provocación: cuando en una situación inversa todos habíamos imaginado una violación, si es la chica la que se encuentra al chico drogado, se lo lleva a su casa y lo cuida.

En cuanto a la forma tenemos los tópicos del cine independiente americano. Una imagen limpia. Un blanco y negro con mucho contraste. Por suerte su iluminación es más blanda que en la terrible “Nebraska”. La imagen digital, sin embargo, pasa apuros en las grandes masas grises. En general tenemos gran profundidad de campo. Se hacen algunos juegos que resultan manidos incluso para 2014. Me refiero a algunas cámaras lentas, a algunos ojos de pez, claramente tomados de “Réquiem por un sueño” para la drogadicción del padre.

Lo más potente de la película es su minimalismo. El gusto por la figura. Así el velo de la chica protagonista simplifica enormemente su figura. Sólo dejando ver su cara y su camiseta a rayas. Si no estoy mal enterado, la película se desarrolla después de la revolución iraní. Por lo tanto los dogmas islámicos acerca de la vestimenta ya estaban vigentes. Este tratamiento de la figura no se le aplica a ella. A él también se le ilumina muy convenientemente para mostrar sus facciones faciales.

Musicalmente se usa mucha música popular iraní, que no tradicional, con sorprendentes concomitancias con la música electrónica más occidental.

La poca información que se nos da acerca de la protagonista lejos de hacerla interesante, como pretende la película, nos aleja de ella. Así tenemos planos donde ella evita contestar a cualquier pregunta que se la hagan y en vez de atractivos resultan molestos. Sí tiene un cierre muy bonito donde él entiende que ella ha matado a su padre, lo acepta y el coche se pierde en la noche.


lunes, 13 de diciembre de 2021

ÚLTIMA NOCHE EN EL SOHO

Dir.: Edgar Wright
2021
118 min.

Temáticamente es de rabiosa actualidad. La misandria que provocan los traumas sexuales. Pero en forma nos recuerda a esa pléyade de películas alrededor de enfermedades mentales y juegos con la realidad y ficción. Películas como “Una mente maravillosa” y que yo pensaba que no tendríamos que ver más después de “Joker”. Quizás esta fuera la nota femenina que le faltaba a ese subgénero. Pero ni siquiera, porque ya existía “Perfect blue”.

El argumento empieza con un drama en la facultad. La protagonista tiene una bienvenida que podría pertenecer a cualquier película para preadolescentes de Disney. Por suerte esto se olvida relativamente rápido. Tiene por supuesto a un amigo inseparable a quien acaba de conocer. No sé si me termino de creer que haya un estudiante de diseño no gay. El caso es que este chico le sirve a la película para las posibles protestas diciendo que no todos los hombres son violadores. Se añade un hombre positivo y ya se han guardado las espaldas.

Me gusta que la película ataque a la nostalgia. Mostrando la sordidez de un mundo que la protagonista ve idílico y muy brillante: el Londres de los 60. Yo habría disfrutado más que el blanco de las críticas hubieran sido los incansables 80. Lo que es cierto es que la chica de los años 60 que nos presentan llega a una situación de explotación sexual de una forma un poco inexplicable. Su sueño era actuar. Es una mujer con muchísima personalidad. Sólo con llegar a los locales seduce a todo el mundo. ¿Cómo se le va de madre tan rápido la situación? La vemos una vez comerse la escena, comerse la pantalla, bailar, la cámara la quiere, los personajes antes de mostrar su faceta sórdida la quieren… Y de repente está sumergida hasta las rodillas en los bajos fondos de Londres.

Creo que esto de hecho explica la mayúscula decepción que provoca esta actriz. Esos ojos enormes que hacen que toda la atención esté posada en ella no le sirven para nada. Toda la actuación que tiene, la desarrolla en la primera escena. Por lo demás se dedica a aparecerse. No vuelve a actuar nunca más. Ni la actriz ni el personaje. Me parece muy paradigmático que la cámara dedique el clímax de la película a grabar cómo su retrato se envuelve en llamas, un poco como si fuera Laura Palmer. Porque eso es justo lo que es ese personaje, una belleza cuya misión es estar ahí mientras su mundo arde. Belleza que, por otro lado y de manera totalmente personal, se ve eclipsada totalmente por la otra protagonista.

Los puteros zombis. Dan mucho miedo. Es cierto que es un recurso que se sobreexplota, que se hace de manera burda, pero funciona. Dan miedo y la cámara no vacila a la hora de enseñárnoslos más y más cerca. Por ejemplo cuando la chica ya ha amanecido ahí no tiene sentido que nos vuelvan a asustar, en principio ahí no toca que haya más apariciones. Las hay, y nos asustamos. Todo el delirio final viene intensificado por el maquillaje de la fiesta de Halloween que ella no ha sido capaz de quitarse y le ennegrece los ojos.

La película se explica muchísimo a sí misma. ¿Os dieron drogas anoche? Y nos repiten el plano de la bebida que le da su archienemiga… El juego del proxeneta y el policía… Hay cosas de las que ya nos hemos enterado… Quizás casi lo que más ofende es cuando la anciana explica que borró las caras de los clientes del club nocturno. Hemos visto eso explícitamente y quedaba mucho más poderoso cuando las distintas imágenes se fundían en un borrón. Hay un juego con las caras muy interesante. Casi se diría que está en la película para apaciguar a las masas feministas revolucionarias violentas. Cuando la protagonista ha visto las degradaciones que la chica de los 60 tuvo que sufrir está a punto de declararse a favor del asesinato de los puteros. En ese momento los zombis vuelven a tener cara y es lo que le hace a ella retractarse.


viernes, 10 de diciembre de 2021

EL SACRIFICIO DE UN CIERVO SAGRADO

Dir.: Yorgos Lanthimos
2017
121 min.

Revisita de “El cabo del miedo”. Hipervitaminada. Notas de “Funny games” de Haneke en la rectitud de la familia protagonista. Tenemos lo mismo en “La favorita”. Pornográfica en cuanto al drama y a la tragedia como “Oldboy” pero más limpia en la forma por el cambio de década. Sucia como Lars von Trier.

Un chico con problemas mentales acosa desde el principio de la película a nuestro protagonista, un cardiólogo que mató al padre de éste por un error en una operación que realizó después de haber bebido. No sabemos si el protagonista es culpable de esta muerte. Mentira, él le regala cosas para paliar este sentimiento de culpa. Esto por otro lado hace que crezca en el antagonista la convicción de que tiene algo que reclamarle. Las primeras veces que vemos a la pareja protagonista-antagonista parecieran sugerir una relación homosexual. Esta idea viene reforzada por la voluntad del chico de convertir al protagonista en su padre.

Me gusta mucho la escena premonitoria del chico. Como una maldición describe con precisión síntomas que tendrán algunos miembros de su familia hasta la muerte. En las películas de la serie de directores que he mencionado con frecuencia nos encontramos muy perdidos. Aquí ocurre a veces, pero tenemos esta descripción de lo que nos cabe esperar.

Hay mucha simbología no solo cristiana sino de deidades en general. Hay una impactante escena alrededor del secuestro del chico en la que las tres posibles víctimas están a sus pies. Literalmente. Besan sus pies ensangrentados. Tenemos también los ojos ensangrentados del hijo, Bob. Una imagen muy cristiana. Hay un elemento muy protestante que son los hijos suplicando el amor de ambos padres. La condena o la salvación no depende de sus actos sino de la arbitrariedad de su juez. De hecho es justo así como termina la decisión.

Una constante a lo largo de la película son las manos del médico: limpias. ¡Puro cristianismo! Se lava las manos. No se mancha. No quiere sentenciarse culpable de la muerte de su paciente, no quiere ser quien rompa la relación con el chico, no toma la decisión de qué hacer con su familia hasta que no le queda más tiempo…

Lo que ocupa la segunda mitad de la película son las decisiones desesperadas de los protagonistas. Algo heredero de “Oldboy”. Así el bocado que se propina el antagonista en el brazo rima con la lengua cercenada de aquella película. El padre hablando de masturbación con su hijo. Los dos niños arrastrándose por el suelo de la casa y quedando por debajo del perro. La mujer siendo infiel. La mujer convenciendo al marido de que mate a alguno de los niños. Hay un momento en el que los dos niños están discutiendo entre ellos para convencer al otro de que va a morir.

Otro elemento que recuerda a “Oldboy” es el extraño atractivo de la persona que está arruinando la vida de esa familia. Me refiero a que no se ven capaces de matarlo, denunciarlo o en general resolver el problema. Hay algo que se menciona de forma fugaz: se le mantiene con vida, entre otras cosas, por la intriga que causa su poder. ¿Cómo consigue que la niña se levante de la cama cuando habla con él por teléfono? Nunca se explica.

Nicole Kidman roba la película. No nos sorprende en absoluto. Es magnífica. Esta fuerza convierte al marido en un padre de familia absolutamente incompetente. Mientras no hay adversidades, parece un tipo perfecto, como todo en esa familia. Además son una familia acomodada como acostumbran los directores centroeuropeos. Cuando la cosa se complica es un patán absoluto. No cura a los niños y luce sus capacidades superiores delante de su mujer. Al secuestrar a su acosador, la mujer debe limpiar el coche. Es Nicole Kidman quien cura a los niños durante la convalecencia. Toda la familia le rinde pleitesía al padre a cambio de sobrevivir. Hay una escena en la introducción de la película en la que se nos muestra que el tipo tiene un fetiche necrófilo. Nicole Kidman se convierte así en la candidata principal a morir.

Como he dicho antes, la película es muy pornográfica. La explicitud del drama es continua. El hecho de que muera el personaje con más pureza en sus actos ya es bastante. Pero hay más. Todo el rato vemos que las cosas empeoran. Todo ello apoyado en una música de tensión absoluta. Cuerdas frotadas frenéticas. Ruidos chirriantes en disonancia consigo mismos. El sonido de tensión en ocasiones comienza antes que la escena a la que acompaña. Cámara con movimientos muy suaves y con estabilizador de imagen. Diálogos mucho más calmados de lo que nos esperaríamos.

No me gusta nada el uso de la ópera de forma muy gratuita. Aparece al inicio, al final como gran protagonista. Al inicio lo que vemos es un corazón latir en un primerísimo plano que reta nuestra sensibilidad ya suficientemente curtida por otros creadores. Por supuesto algunos pertenecientes al mismo grupo que Yorgos, pero Buñuel había cortado una córnea muchos años antes. Al final vemos un niño sangrando y más ópera. Un subrayado con fosforito.


viernes, 3 de diciembre de 2021

EL CRIMEN DE CUENCA

Dir.: Pilar Miró
1980
92 min.

Que la película haya provocado el enfado de la Guardia Civil es, como mínimo, motivo para que despierte mi interés. Si bien la Guardia Civil no parece con la beatificación y el endiosamiento con que ellos acostumbran a mirarse, no hay ningún esfuerzo de ningún tipo por condenar al cuerpo. De hecho ni siquiera son parte protagonista de la película. ¿Hay una posición crítica hacia sus miembros? Sí. Pero siempre al servicio de la justicia. Que el juez pida al sargento que haga su trabajo no es más que un permiso para jugar a quien se alistó en el cuerpo con la ilusión de que ese día llegara.

En un pueblo desaparece el Cepa. Un pastor a quien nadie conoce y a quien nadie importa y con dos claros sospechosos para su asesinato. Todo el pueblo se vuelca para que se haga justicia. La película deja lugar a muy pocas dudas sobre la autoría del crimen aunque da muy pocas pruebas. El espectador está convencido de que los acusados son culpables y mienten egoístamente para intentar que toda la pena caiga sobre su compañero. Este es un detalle que la Guardia Civil debería agradecer mucho: se podría haber sido enormemente cruel con jueces y agentes. La violencia se podría haber ejercido de forma muy gratuita contra dos hombres que los saben inocentes. Pero no es así: todo apunta a que son culpables y lo único que quieren jueces y Guardias es conseguir un testimonio inculpador.

Llama la atención mucho la escena de la exhumación. Todos los implicados miran la tierra del cementerio bajo el sol manchego abrasador. Los pueblerinos con boinas, los hombres de despacho con sombrero y los Guardias Civiles con pañuelos blancos cubriendo sus tricornios casi como tuaregs. Llama la atención ver el saludo entre Guardias Civiles en el que se llevan el brazo al pecho de forma horizontal: saludo con arma.

Por dejar a la Guardia Civil lo antes posibles hablaré de las torturas: un elemento celebérrimo de la película. En un mundo como el actual, donde la explicitud de la violencia es lo único que saben hacer los directores para ser subversivos, las imágenes nos hacen apartar la vista de la pantalla, pero poco más. Por otro lado la narración se centra en lo judicial. No hace especial hincapié en las torturas. Sí llama la atención ver llevada a la pantalla la imagen de un hombre colgado del techo por sus genitales.

Musicalmente es bastante potente. Lo primero que oímos es una pseudomúsica. La historia del juicio es narrada por un pregonero. Delante de una serie de viñetas un ciego cuenta la historia en verso. Para atraer al gentío hace una llamada con un tono realmente lastimero: Padres que tengáis hijos, hijos que tengáis parientes, parientes que tengáis primos y primos que tengáis suegra… El plano se congela, su voz se corta y aparece de forma abrupta la música de gaita, un bordón abrumador, la grabación completamente sucia y muy efectiva. Recuerda, aunque sólo sea por la calidad de grabación al tema principal de “Línea no regular”. El otro tema que se escucha en la película es uno de sonoridades más propias de su década, quizás demasiado. Pero igualmente es muy efectiva por abrumadora. Es un piano gravísimo acompañado de otras sonoridades. Una música persistente y potente.

La vuelta del Cepa al pueblo está hecha con mucho cuidado. Es en su resurrección la primera vez que le vemos. Desde el primer momento aparece con la mandíbula hacia fuera y un entrecejo frondoso y rural: un tipo enormemente simple. Al llegar al pueblo es recibido con admiración por lo inesperado, pero no recibe ninguna muestra de interés. Ni por el pueblo ni por los dos condenados que ya están de vuelta en sus casas. Él ya no puede darles nada. Lo único que agradecen es que haya sido limpiado su nombre. El momento que antecede al abrazo final son tres ríos de personas encabezados respectivamente por el Cepa (gritando que no me han matao con un fortísimo acento), León y Gregorio.

La película peca de una falta de ritmo pero no lo suficientemente acusada como para que le pase factura.

Los planos nocturnos son muy interesantes. Funcionan muy bien. Hay uno en particular en el que se muestra una calle estrecha manchega, con casas de paredes blanquísimas y sombras muy definidas. Ese juego de sombras recuerda, vagamente, al expresionismo alemán.


viernes, 26 de noviembre de 2021

SPRING BREAKERS

Dir.: Harmony Korine
2012
94 min.

En muchos casos es difícil saber qué pretende contarnos. Esto se debe a que hay un estilo muy marcado. Nos cuesta creernos que toda esa parafernalia esté dedicada a la historia que se presenta. Por la actitud reaccionaria de las protagonistas las reconocemos como personajes que tienen algo que decir. La verdad es que creo que no hay segundas lecturas posibles.

En definitiva creo que se trata de una historia de mafia y narcotráfico desde el punto de vista de las mujeres de las que suelen gozar los narcotraficantes y que con frecuencia se las trata de objetos. Creo que esta es toda la novedad que tiene que aportar. Ni siquiera es tanta. Se hizo de forma más radical en “Kill Bill”. Aunque es cierto que aquella respondía a una tradición menos estadounidense que esta.

Pero el prólogo es demasiado largo y se apela demasiado a él como para pasarlo por alto. Esos pechos universitarios se nos traen a colación una y mil veces. A cámara lenta y con planos demasiado breves. Provocando un mareo considerable. En cierto sentido la primera parte sugería un “Miedo y asco en Las Vegas”. Creo que se nos trata de establecer un paralelismo de la idea de libertad que se tiene en un barrio de clase media-alta y la que se tiene en un barrio negro de clase baja.

En el primero la fiesta es libertad y te ayuda a conocerte a ti mismo. Una fiesta que nunca se explica cómo se paga. Este es el gran punto diferenciador con la clase baja. Los narcotraficantes también quieren fiesta. También quieren sexo y drogas. Pero ellos gastan el dinero que han obtenido. Desde su punto de vista cualquier forma de conseguirlo es legítima. Quienes se sientan atraídas por la violencia disfrutarán de ese mundo. Si consideramos como heroínas a las dos chicas que consiguen mantenerse en el mundo de la delincuencia, el mensaje es una condena a la mojigatería de los cristianos. Sin embargo varias veces a las chicas se las recuerda que están de vacaciones. Que están en la delincuencia con una red de seguridad, algo parecido a lo que ocurre en el final de “Barton Fink”.

Es llamativo el narcotraficante que guía a las chicas por ese mundo. Un hombre absolutamente enamorado de todas sus posesiones, incluyendo mujeres. Que ama las armas, que publica que ha conseguido el sueño americano. Igual que ocurre hoy en día con esos seres que toman “El lobo de Wall Street” como un modelo en vez de una crítica, él toma el de Niro de “Scarface” como su ídolo. Tampoco nos sorprende, pensamos en esa película desde el primer momento que conocemos su casa. Es un hombre repulsivo pero del que las chicas se enamoran. Realmente no, y creo que este es el punto donde la película tiene algo que decir. Se enamoran del mundo que les presenta. Cuando él muere ellas lo besan con ternura pero sin pena.

En cuanto al estilo, hay un juego con el espectador que rápidamente se derrumba. Las prolepsis y las analepsis bailan por el metraje con absoluta libertad. Se nos muestran los planos finales de una escena muchas veces. Se nos presentan montajes propios del exordio de una violación. La catástrofe se nos insinúa muchas veces. La cuestión es que al final nunca se consuma. Es un juego al que nos acostumbramos demasiado pronto.

Estéticamente tiene unas luces muy cuidadas. Gusta de los colores de neón. La fiesta de los universitarios es frenética. Tiene algunas notas de “Blue Valentine”. Hay contemplación de los personajes en la que ellos miran a cámara y juegan con el espectador. La escena del primer atraco está contada de forma muy expresionista, una de ellas avanza en coche y vemos el atraco resumido, una dosis de información por cada ventana del local. Quizás su imagen más potente sea cuando pinta a las tres delincuentes como tres ninfas. Con pasamontañas rosa, con armas largas, con bikini y bailando al lado de un piano blanco, en una piscina y mientras suena Britney Spears.


sábado, 20 de noviembre de 2021

ESPAÑA, LA PRIMERA GLOBALIZACIÓN

Dir.: José Luis López-Linares
2021
110 min.

El título y el inicio nos prometen una historia apasionante. Después la lucha contra la Leyenda Negra y la repetición de ciertos tópicos de los defensores de nuestro Imperio ocupan todo el tiempo. La propuesta inicial es muy potente: España establece una alianza con la dinastía Ming. China decide que toda su economía va a tasarse con plata. Pero no tienen plata. España tiene América y de ahí saca la plata. Esto une Europa, América y Asia.

Con este relato se abre el documental. Más adelante aparece sólo como anécdota. Y es que ataca a tantos mitos, que pierde fuerza por todas partes. Yo entiendo que quien vea el documental con fervor histórico o patriótico lleve casi una lista de temas a tratar; que espere cada asunto como invitados estelares. Pero aparecen tantos asuntos… En particular uno de los que más nos descoloca es cuando se habla de El Hechizado y de la monarquía borbónica. Se intenta desmentir que el imperio entrara en decadencia. Aquí no se explica contra qué idea de decadencia hablan, no se explican los cambios en la política americana con la llegada de los franceses al trono español… Simplemente parece que están pasando el plumero por la Historia de España y que tocaba esa zona también.

Otro asunto que se hace de manera casi bochornosa es cuando se habla de los descubrimientos científicos de España. Se dice que en España ya se había descrito el movimiento de la caída de graves que hiciera Galileo; también que en España se plantearon las teorías de la evolución mucho antes que Darwin… Por supuesto nunca se nos leen los textos de estos importantísimos descubrimientos. Se muestra un diminuto extracto en el que alguien señala que en América se encuentran especies de animales que no se pueden encontrar en Europa. Llamar a eso teoría de la Evolución me parece precipitado.

El tramo que habla de la Inquisición repite las cosas que quienes estamos acostumbrados a escuchar a esta pléyade de historiadores estamos hartos de oír. Las famosas cifras de brujas quemadas en España, el número de procesados totales por el tribunal, la seguridad que aporta al juzgado estar sujeto a un marco jurídico… El caso es que nunca se explica nada. Nunca se sabe por qué en España se hace todo de un modo tan particular. Por lo que al documental respecta, simplemente en España todo era mejor. Mientras se critica la Leyenda Negra, se ven imágenes del Museo de instrumentos de tortura de Toledo. Por supuesto sin mencionar explícitamente el lugar. Se hacen unas críticas feroces contra esta exposición. Es sorprendente que les permitieran grabar.

Con respecto a la expulsión de los judíos se aporta un mapa de Europa en el que se listan las distintas expulsiones a lo largo del continente. Es famosísima la apreciación de que España se consideraba retrasada con respecto a Europa por no haberlos expulsado antes. Es curioso cómo obvian que Portugal los expulsa después que España. Por supuesto nunca se dice una palabra de por qué en España no se habían expulsado y por qué en cierto punto se los decide expulsar.

De la conquista de América aparece la reflexión obvia pero que, ciertamente, usualmente no se explicita: el ejército de Hernán Cortés no podía ser de peninsulares. Tenía que ser de nativos. Cuando derrota al imperio precolombino los habitantes se ponen de su lado. Hay un único participante, Marcelo Gullo, al que se le ocurre decir algo como que Hubo crueldades porque en todas las empresas humanas las hay. De cómo trató Hernán Cortés a los que se unían a su ejército no oímos nada más.

Y esto es grave por lo siguiente. El documental está rebatiendo todo el rato a la Leyenda Negra. María Elvira dice que sólo al estudiar la historia de España se hace un juicio de valor a sus personajes. Una aseveración muy poco reflexionada. Basta leer cualquier texto de estadounidenses hablando del país y el trauma brutal que tienen por su esclavismo. A lo que voy es que si pretendes demostrar que España no fue tan cruel como se dice en los textos británicos, no basta con los datos que se proponen. Cocemos las leyes, pero ¿hasta qué punto se cumplieron? Es razonable tener esta duda ya que Colón fue condenado por sus abusos.

Donde creo que el documental tiene cosas muy interesantes que decir es en el tema del indigenismo. Junto al derrumbe de estatuas, el tema más actual. El relato que se hace de la conquista del oeste estadounidense debería ser suficiente para que todo México invada el país. Los colonos estadounidenses no peleaban contra salvajes: peleaban contra súbditos del Imperio Español. Vivían en ciudades con nombres españoles, Gerónimo tenía lengua española… Con respecto a la independencia argentina se haba de una ley que contempla el exterminio de la población originaria. Aquí otra vez el documental no se quiere parar a desarrollarlo. ¡Esto también es escribir leyenda! El dato que más me llamó la atención es que la revolución zapatista del 1 de enero exigía a México que se permitiera a las comunidades indígenas vivir según sus leyes. ¡Y estas leyes son las de hace 400 años del Imperio!

Cosas como la participación de Ferrán Adriá para explicar la importancia de las especias en la cocina… Es grotesco por evidente que se le use como personalidad famosa que dé prestigio al documental.

Todo el documental tiene un halo de rebeldía. Como de estar diciendo cosas que son silenciadas, cosas clandestinas. La frase terrible de esto no se habla. Todo este discurso es ridículo cuando nos acordamos de ese rótulo que aparece al inicio que sentencia: Con la participación de RTVE.


viernes, 19 de noviembre de 2021

SURCOS

Dir.: José Antonio Nieves Conde
1951
99 min.

Ante la miseria que se vive siendo agricultor y la bonanza que piensan que les espera en Madrid, una familia completa se muda del campo a la ciudad. Sólo con este planteamiento ya nos imaginamos que los veremos pasar toda clase de penurias por su ingenuidad.

Hasta tal punto es así que en ocasiones causa hasta vergüenza ajena. Desde luego hemos visto tanto cine español que sabemos que ninguno de sus proyectos puede prosperar. Pero más aún cuando las situaciones a las que llegan no son nunca muy favorables.

Casi todos los males se los produce a la familia un único patrón. Quien contrata al hijo de contrabandista por saber conducir. Convence a la hija de que sabe cantar, contrata a unos chicos para sabotear su actuación de forma que ella pueda vivir como mantenida suya. Con todo lo que ello conlleva de estigma social.

Se muestra muy bien el papel de la familia. En el sentido de que las mujeres no buscan el marido que más les guste sino el que mejor sea capaz de mantenerlas. Así tenemos a Pili, la chica del contrabandista, que se va con El Mellado quien confiesa que lo primero que hará cuando se vayan a vivir juntos será darle 8 bofetadas. Sin embargo le asegura más dinero. Claro El Mellado es antagonista, por ello no puede ser de mejor calidad moral que el hijo de la familia. Por ello el oficio de El Mellado también es delictivo, dando chivatazos.

El padre de familia está completamente desubicado en la ciudad. Lo primero que le descabeza es la falta de trabajo. Se ríen de él porque siendo agricultor a lo único que puede aspirar es a segar el trigo de entre los adoquines. A la vez es quien debe preservar la honra de la familia. Así cuando la familia va a reclamar al patrón que debe casarse con la hija, el padre es quien sale con más convencimiento. Esa moral es mucho más laxa en la siguiente generación. En esa escena de rearme del padre le propina unas bofetadas a su mujer, a quien responsabiliza de la poca decencia de su hija. Cuando la madre está llorando en la cama, la mujer dueña de la casa en la que viven le dice que sea fuerte, que su marido una vez le propinó una que le tuvo 6 días en cama.

El padre protagoniza una escena muy obrerista. La película se plantea a sí misma como neorrealista. Así en una escena en la que el patrón y una querida suya van al cine, él de camino le va explicando lo que es. Su crítica social… El primer empleo que obtiene el padre es en una fábrica, en una fundición. Empleo que sólo es capaz de resistir un día. La forma en la que esto está mostrado recuerda al cine ruso, el industrialismo. Alrededor de las fábricas, resulta muy llamativo ver la chimenea de Legazpi humeante.

En particular hacia las mujeres, pero toda la película tiene mucha violencia. También los niños se muestran sin escrúpulos. Es cierto que no es tanto que se los represente como gente mala, sino que se representa a la familia del pueblo como inocentes.


miércoles, 17 de noviembre de 2021

SHOWGIRLS

Dir.: Paul Verhoeven
1995
128 min.

Probablemente lo más poderoso que tiene la película sea su poster. Esa pierna kilométrica recortada sobre un fondo negro y ese pelo rubísimo. Se crea el contraste cromático feo pero poderoso dorado sobre negro. Hay que decir que uno podría intuir en el póster una elegancia que después no aparecerá en la película pero sí toda la fuerza que el cuerpo femenino erotizado puede desprender.

La película rápidamente presenta una trama que es un calco de un drama de instituto tradicional americano como “Mean girls”. Se cambia un poco las localizaciones y hay una propuesta más atrevida, poco más se cambia al respecto. Caen en los mismos estereotipos. Al presentar en el instituto a actores mucho mayores que sus personajes se genera de forma inmediata una distancia con cuanto vemos tremenda. Así nos podemos creer muchas cosas que en esta película no tanto.

Aquí, por ejemplo, se habla de bailarinas que son de lo mejor que hay en Las Vegas. ¡Apenas las vemos bailar! Hay escenas de baile y no pocas, pero son vueltas sobre las mismas coreografías, mismos movimientos efectivos en cámara. Por otro lado vemos a una protagonista muy ambiciosa que quiere triunfar en Las Vegas. Cuesta mucho creerse esta ambición cuando no la vemos trabajar realmente casi nunca. La vemos pasarlo mal porque se muestra un mundo sórdido, pero la tenacidad y sacrificio del ensayo no aparece nunca.

La película se muestra sin ningún tipo de maquillaje como amante del cuerpo femenino y de los pechos en particular. Muchas veces aparecen con carácter pornográfico aunque hay que decir que se preocupa mucho de que protagonista y antagonista tengan mucha fuerza gracias a sus cuerpos desnudos. Mostar pechos sin ninguna censura permite movimientos de cámara naturalísimos. Nos evita también planos bochornosos como mujeres tapándose sólo porque la cámara haya entrado en el camerino. A pesar de buscar el desnudo gratuito a veces se producen imágenes muy interesantes. En el Cheeta, el primer club de baile donde trabaja la protagonista, debe someterse a los tratos desagradables de clientes y su jefe. Ella debe lidiar con esto, esto es el centro de la escena. Sin embargo el plano está repleto de pechos y erotismo de otras mujeres. El desconcierto que se genera es muy fuerte.

En este primer club se produce ya una dialéctica que se mantiene en toda la película: la diferencia entre una bailarina de estriptis y una prostituta. Una moral americana confusa hace que aspectos muy sutiles se consideren cruzar líneas no tan claras. Ella lo tiene muy claro aunque nosotros y todo su entorno no. Ese baile que hace para el tipo rico que trabaja en el hotel mientras su amante mira es poderosísimo. Le hace eyacular a él pero baila para ella. Ella es la seducida.

Con respecto al enfrentamiento entre las dos chicas. Apesta al sempiterno fetiche masculino de dos chicas peleándose. Tiene un esquema muy parecido al de una película de instituto. Aquí hay un detalle que, lógicamente, nunca se verá en el otro subgénero. Hay una suerte de relación lésbica entre ambas. Probablemente aparezca en la película por razones pornográficas, pero genera elementos muy interesantes. Primero hay una seducción para tener a alguien detrás de ella, pero el beso se consuma cuando la diva se ve reflejada en una chica más joven.

La subtrama del chico que le compone un número de baile para clubes más pequeños no nos interesa mucho por lo naíf. Se quiere mostrar que ella podría estar con alguien que la estima en vez de en esos mundos de alta clase, clase que la película se encarga de ridiculizar. Al chico se le dota de una gran sinceridad en sus actos pero no parece así. Todo eso de que escribe el número para ella… Difícil que suponga una diferencia para alguien que acaba de conocer. Por otro lado justifica no ser tan fiel como a ella le gustaría por una especie de adicción al sexo en una escena con una pretendida dignidad que no tiene.

Sí me resulta interesante el trato que recibe de la coordinadora de bailarinas en el hotel y del dueño en el club. Es un trato casi militar. De hecho sorprende el carácter infantil de la película cuando la protagonista tira a la diva por las escaleras. La actitud de la coordinadora no parece de alguien que lleve años trabajando en ese mundo. La manera en la que moldea a sus bailarinas las debiera dar una disciplina que no corresponde a lo díscolo de la protagonista.

En cuanto al tipo del club. Hay algo bonito a la par que fabuloso en ese personaje. A pesar de machacarlas, quiere a sus trabajadoras. Cuando la protagonista trabaja en ese local tememos a ese tipo, nos asqueamos con él. Pero de alguna manera es muy seductor. Volver a ver a su chica cuando está triunfando es un blanqueamiento de esa personalidad bastante artificial. Además si se nos trata de convencer de que el éxito al que llega es vacío, no tiene mucho sentido que aparezca un personaje a reconocer un peso a su éxito que la película trata de negar.

Por último hablaremos del aspecto general de la película. Los cuadros son muy cerrados. A no ser que el protagonista del cuadro sea un cuerpo femenino, los márgenes se abalanzan sobre lo que se muestra. Los rostros parecen asfixiados en la imagen. Una fotografía dorada y extenuante nos dificulta en ocasiones el visionado.


viernes, 12 de noviembre de 2021

LA LISTA DE SCHINDLER

Dir.: Steven Spielberg
1993
195 min.

Es magnífica todo el rato. Quizás por eso en un primer visionado no se ven todas las costuras. Que, realmente, son muchas a nivel argumental. La primera vez que la vemos hay que dilucidar cuán bueno es Schindler. Nadie que conozca el cine de Hollywood puede esperar que haya un protagonista nazi que no sea totalmente malo. El cine estadounidense no lo puede permitir. Sin embargo al volverla a ver nos escandalizan muchos de los descuidos de Schindler así como la relación entre Schindler y Stern, su contable.

Para empezar el primer momento donde plantea el acuerdo entre ambos. No ofrece absolutamente nada a nadie. Es un trato donde él gana dinero y nadie más obtiene nada. Claro, para la película habría sido demasiado obvio decir desde el primer momento a Stern que la fábrica es para mantener a los judíos. Pero la escena en su conjunto no es normal que conduzca al éxito de la empresa.

Con respecto a la maldad nazi, creo que roza el absurdo. El retrato que hacen en particular de Goeth es terrible. Está tremendamente convencido de la no humanidad de los judíos. Pero este juego entre de magnificencia y Dios benévolo en el que Schindler le convence que caiga es insostenible a todas luces.

En general Schindler se cuida demasiado poco. Lo del manco es el primer momento donde lo vemos, pero ocurrirá muchas veces más. Por supuesto el esfuerzo ingente que hace para llevarse la fábrica. Una vez que lo ha hecho debe cambiar su modelo de producción, dejar de producir instrumentos de cocina y pasar a producir armas, cómo da órdenes a los nazis que cuidan su campo de trabajo… Si los nazis son tan malos como el retrato de Goeth, no son escenas muy verosímiles.

La película todo esto nos lo resuelve subiendo el volumen de la música. En particular en la última escena. Cuando la guerra ha acabado y se reúnen todos los judíos para agradecerle todo lo que ha hecho. Así tenemos el famoso lamento de Schindler que lamenta no haber salvado a 4 o 5 personas más. Después de haber acabado arruinado, no nos creemos mucho que este sea un pensamiento suyo real.

La actuación de Stern es maravillosa. Aunque hacia ese personaje la película suele mostrar cierto resquemor. El mismo que él muestra hacia Schindler. No me creo que después de trabajar tanto tiempo juntos aún Stern no haya notado su activismo antinazi. Pareciera que sólo cuándo se escribe la famosa lista, Stern descubriera las intenciones de su jefe. Hay algunos momentos difíciles de precisar en los que reconocemos en Stern al actor. Yo diría que su interpretación está siendo igual de correcta, pero de repente le vemos algo impostado.

Sorprende mucho que la confusión de los trenes sea un suceso real. En la película los trenes salen casi a la vez, ¡es imposible que uno no vaya detrás del otro! La sensación que da cuando vemos esto, es que se han buscado una excusa vaga para poder enseñar Auschwitz y en particular dar la sensación de que vamos a ver una escena de crematorio.


viernes, 5 de noviembre de 2021

NUEVE REINAS

Dir.: Fabián Bielinsky
2000
114 min.

Es una película muy en la línea de la trilogía de Guy Ritchie. Su estilo de la nueva década es más destacado que la de ese autor. La narrativa es más clásica. Esto juega a su favor porque la da un ritmo propio.

La ejecución es muy buena. No hay muchos elementos novedosos. Tenemos el drama familiar, que hace más vil al estafador principal. Así la película marca como cambio crucial en el personaje que acceda a prostituir a su hermana a cambio del dinero.

El asunto de la desconfianza está todo el rato colando la trama. Tanto que, aunque la película se esfuerce en convencernos de lo contrario, tenemos muy presente la posibilidad de que Juan estafe a Marcos. Alabemos que la estafa principal siga la premisa que marca la película maestra de estafadores: “El golpe”. Ahí aprendemos que después de la estafa el estafado no debe ser capaz de reconocer que ha sido víctima. Así Marcos cree que se ha quedado sin su dinero por una quiebra bancaria.

A pesar de lo inverosímil de la trama lo que realmente nos escandaliza es el robo de la cartera. Estamos hartos de ver algo así. Además es un accidente absolutamente externo que se introduce en ese plan trazado con tanta inteligencia. Es una tragedia en el sentido clásico y como tal, no es lo que nos apetecía ver.

Todas las interpretaciones están muy bien pero la pareja protagonista es una delicia. Ricardo Marín es el más grande, pero Gastón Pauls está lleno de carisma. Marcos confiesa su atractivo y la película lo recuerda todo el rato.

Hay un tratamiento de la mujer como trofeo, pero a pesar de ello es un personaje muy fuerte. ¿Toda su fuerza está basada en su movimiento de caderas? También puede ser.

Hay una escena que, sin tener nada incorrecto, resulta un poco deudora de su década. Me refiero al momento en el que Marcos se está revelando como mentor de Juan. Le empieza a enseñar todos sus trucos de estafador. No sabría detectar exactamente qué es, pero todo luce muy antiguo. Casi como “Concursante”.


lunes, 1 de noviembre de 2021

LA MUJER Y EL MONSTRUO

Dir.: Jack Arnold
1954
79 min.

El título en castellano sugiere una línea narrativa que no aparece y que el título original, “Creature from the Black Lagoon”, no insinúa. Hablo del tópico romance entre bella y bestia. Es cierto que la mujer y el monstruo tienen una dialéctica pero no es el punto central de la película. Quizás si se hubiera centrado en este, aunque tópico, habría resultado más interesante.

La película se recrea mucho en mostrar a la criatura. Algo no muy inteligente ya que es de diseño pobre. No hablo del efecto, el disfraz funciona bien. Pero es pobre el diseño de movimientos, el diseño de la cara incluso la repetitiva mano. Evidentemente la criatura influye en la odiosa “La forma del agua” pero la mano de esta criatura es un claro antecedente al guante con cuchillas de “Pesadilla en Elm Street”. La pobreza de la cabeza de la criatura le da cierto interés por lo inusual. Apenas puede mover nada. Por supuesto no hay gestualidad, pero incluso las mandíbulas tienen muy poco arco de movimiento. Sorprende que pese a la dejadez de este aspecto hayan dotado de movimiento a las branquias. En resumen, nos cuesta verlo como un monstruo y menos aún como un ser sobrenatural por lo muy humano de su apariencia.

La chica aparece muchos minutos en pantalla. Explotan su belleza cuanto puede. Lleva un sujetador cónico cuya figura realza todo el rato. El primer acercamiento al monstruo es en un baño en la laguna. Ella nada bocarriba para poder mostrar sus pechos emergiendo del agua. La criatura la mira muy asustada. No entendemos por qué esta mujer le da miedo si instantes antes ha matado a dos bolivianos sin ningún problema. Estos dos indígenas llevan un peinado estereotipado hasta el esperpento. Volviendo a la escena del baño, ella está a apenas 20 metros del barco y la tripulación le dice asustada que ha sido muy imprudente por alejarse tanto.

Se plantea de pasada y sin aportar nada interesante el dilema entre la ciencia y la aventura. El tipo que quiere llevarse la criatura para conseguir fondos muere en un acto de justicia narrativa. No crea que sea tan despiadado como la película trata de mostrar. Sí es cierto que la película sufre un poco este debate entre el género de ciencia ficción y el género de aventuras. Las peleas subacuáticas tienen un lógico ralentizamiento y una no tan lógica suciedad por la tierra que se levanta.

La laguna y el entorno selvático está bien recreado pero tampoco dará nada para el recuerdo. Me ha decepcionado que el paraje se llame Laguna Negra. No es negra. Esto habría dado un toque más misterioso a todo. Es bonito ver cómo en las escenas de noche no son capaces de iluminar los fondos y deben usar fondos pintados.

El personaje más carismático es el capitán de barco sudamericano. Toca la bocina como en el famoso corto de Disney. Habla con mucho acento. Ríe todo el rato mientras muerde su puro.


domingo, 31 de octubre de 2021

AL FINAL DE LA ESCALERA

Dir.: Peter Medak
1980
109 min.

Creo que comete uno de los perores errores de las películas del género. Monta una historia para justificar las escenas de miedo. Aunque sería una trama interesante, no se le dedica la atención para que luzca. Y es lógico, porque la película tiene otra naturaleza. Pero consigue desinflarse en ambos aspectos.

Hay demasiados elementos que los reconocemos como manidos y poco originales. Por ejemplo esa habitación oculta… La forma en la que la descubre es un poco lamentable. Para empezar no entendemos que alguien que tiene pensado vivir solo elija ese enorme palacete. No tiene sentido que alguien que visita la casa para irse a vivir ahí no se dé cuenta de que fuera hay más ventanas que dentro. Tenía sentido en “Rojo oscuro”, pero no aquí. La verdad es que cuando por fin vemos la habitación llena de telarañas es algo tan esperpéntico, que rompe la magia de la escena. Por supuesto nos sobra totalmente la escena con la que abre la película: la muerte de su esposa e hijo. Es cierto que esto permite a la película un juego acerca del niño aparecido. Pero es un juego que se rompe muy rápido. Pensamos que quizás se le esté apareciendo su hijo, pero en cuanto la aparición nos dice que se llama Joseph, ya no hay más que rascar.

Me ha gustado la escena de la persecución de la silla de ruedas. Es frenética, desatada y larga. Es muy disfrutable porque el peligro no existe, ¡lo que la persigue es una silla de ruedas! No me gusta tanto esta expresión de los muertos de hacer correr el aire. No me gustó en “Poltergeist” y no me gusta aquí. Sí me gusta la escena final con la casa ardiendo. Pero una vez que la barandilla de la escalera ha empezado a arder, la escena pierde fuelle. Es una idea que tampoco tiene una ejecución muy brillante. Sí me ha gustado el ruido que oye el protagonista cada mañana a las 6. Primero pensamos que es un piano, después descubrimos que son los golpes del niño contra su bañera.

El punto más terrorífico es narrado. Cuando el hombre va a la casa donde está el pozo la mujer que vive ahí relata una pesadilla de su hija. Habla de la aparición como un enano que sale del suelo. Después cuando vemos el cuerpo del niño bajo el agua no es para tanto, sobre todo porque no es la primera vez que aparece.


sábado, 30 de octubre de 2021

HEREDITARY

Dir.: Ari Aster
2018
126 min.

Es muy fácil encontrar referencias de esta película. Pero en concreto “Babadook” la lapida. Así tenemos el juego de culpas, la madre que no sabe si quiere a sus hijos, el insomnio como catalizador de la locura… Realmente no sorprende con casi nada. Es cierto que está realizada con especial limpieza. Así tenemos giros de cámara de ángulos rectos que recuerdan a los de Wes Anderson. De este mismo autor tenemos el gusto por las maquetas. Me molesta sobremanera saber desde el primer momento que tendremos una escena donde destrocen las maquetas. Recuerda mucho a Anderson el plano del entierro de la niña, Charlie. La cámara baja y se entierra a la vez que el féretro. Cuando la madre arde a la vez que arde el cuaderno es imposible no pensar en “Harry Potter y la cámara secreta”.

Como ocurre en otras películas de su generación hay un muy buen uso del espacio vacío. En este caso tanto en cuadro como en el sonido. La película en general es silenciosa para dar lugar en todo momento a un chasquido de la lengua de la hija muerta. Es silenciosa, pero a la vez en los momentos más narrativos se ocupa de un zumbido para que no olvidemos que tendríamos que estar pasando miedo.

La muerte de la niña llama mucho la atención. La película se detiene para que pensemos bien en lo que acaba de ocurrir. Desde el primer momento hemos detestado a ese personaje. ¿Quién no? Por lo tanto estamos contentos de que haya muerto, pero por lo que hemos visto de la película sabemos que esto nos traerá apariciones de esa niña. Su aspecto es incómodo, su actitud de enferma mental casi zombi es incómoda, su forma de comer chocolate es incómoda… todo. Por supuesto la película es consciente de ello. Así en la primera sesión de espiritismo la madre dice: no tienes de qué asustarte, es tu hermana. Bien: su hermana asusta bastante.

Como todas las películas de este estilo se nos presenta la violencia con naturalidad. De esta forma la película se sitúa en un plano superior al espectador. Estamos incómodos con lo que vemos, pero la cámara no. Tenemos así la cabeza de Charlie tirada en el arcén de una carretera con hormigas devorándola. Realmente este es un acto de soberbia. La película oculta el dramatismo de su argumento cubriéndolo con kilos de imágenes tétricas.

El gran fallo de admirar todo esto con naturalidad es que cuando se acumula ocurrencia sobre ocurrencia tenemos algo tan ridículo como el último plano de la casa rodeada por gente desnuda. Cadáveres vivientes. O el cuerpo de la madre decapitándose a sí misma. Sería un plano sugerente si no se presentara como si nada. Tal y como se muestra es cómico.

En cuanto a la narración la vemos con bastante exasperación. Hay que admitir a la película su habilidad usando el síndrome de Casandra. La madre explica a su familia cómo será la sesión de espiritismo pero no la creen. Estamos tan hartos de ver estas narrativas que preferimos que se aparezcan todos los demonios antes que ver al padre explicando a la madre que necesita atención médica. Por otro lado es lamentable la aparición del desván en la película. Nadie ha hablado nunca del desván. Ni siquiera sabíamos que había un desván y termina resultando ser el lugar donde más secretos se guardan.


viernes, 29 de octubre de 2021

BABADOOK

Dir.: Jennifer Kent
2014
94 min.

El tono de la película es oscilante. Empieza en unos presupuestos propios de las obsesiones de la madre de “Réquiem por un sueño”. Uno creería que la idea es generar un monstruo producto del estrés. Pero después vemos poderes sobrenaturales. Cada cierto tiempo se nos recuerda el componente simbólico. Haciendo que el monstruo sea lo peor de la convivencia familiar.

Se nos quiere hacer creer que el protagonista sólo es un niño raro. ¡Pero es pesadísimo! Es un niño mimado. Se le introduce el elemento de que quiere ser mago para hacerlo más especial. Pero después esto no tiene ninguna repercusión en la trama, ni siquiera sabemos si le discriminan por ello. En general la madre ve ataques a su hijo en muchos sitios. Cuando en el colegio la llaman por su mal comportamiento, en la reunión se refieren a él como el niño y la madre lo considera todo un agravio.

Lo cierto es que la escena estelar es la última noche. El trabajo de la madre peligra, todas sus relaciones sociales se desmoronan, lleva días sin dormir y parece que le van a arrebatar a su hijo. Aquí la madre sufre una especie de posesión. Si esto reflejara algo como Jack en “El resplandor”, el niño tendría que alucinar con el comportamiento de su madre. Al fin y al cabo pasa de ser un niño mimado a un niño maltratado en apenas unas pocas horas. Pero esto no ocurre, la película asume el monstruo como real y, por tanto el niño entiende que su madre está poseída por el monstruo.

En esta parte de la película tenemos el desmoronamiento de un hogar. Esto es algo que siempre es lamentable. Una madre que da a su hijo de cenar helado, que se arranca una muela que le dolía desde hace días… La película se va de madre. Aquí se juega muy bien con el foco, con los cambios de velocidad… Se recurre al timelapse para hablar de las noches en vela. No me parece el mejor recurso, precisamente lo que caracteriza a una noche sin dormir es que se hacen eternas y son desesperantes.

Como en las películas más terroríficas, su mayor virtud es su valentía. Se han cultivado desde el principio de la película unos interiores que favorecen grandes espacios vacíos. Las figuras humanas siempre están más iluminadas que los fondos, en este sentido recuerda a “Dogville”. Las paredes verdísimas y lo vacío de todos los espacios recuerdan a “Rabbits” de Lynch.

La película, sobre todo en su planteamiento, se sabe de vuelta de todo. La música actúa de manera descarada. El objeto que alberga el terror es ese cuento rojo, sin autor de Babadook. La música viene y va con él de forma evidentísima. Cuando la madre suelta el libro la música cesa de inmediato. Por eso sorprende que en el inicio del fin tengamos elementos tan prototípicos que rompen el clima. Me refiero al niño apuñalando a su madre, al vómito para representar un exorcismo, el recuerdo del marido muerto que se convierte en un monstruo…

El epílogo no es fácil de interpretar. El monstruo se queda con ellos pero domesticado. Es decir a la madre le sigue reconcomiendo el dolor del marido muerto y cuando esté preparada podrá mostrárselo a su hijo. Sin embargo el monstruo no ha estado siempre ahí: ha aparecido con el libro, al que le suponemos poderes. Entonces ¿hasta ahora no tenía ese remordimiento?


viernes, 22 de octubre de 2021

CARRETERA PERDIDA

Dir.: David Lynch
1997
134 min.

La primera vez que vi esta película toda su primera parte me dio un miedo tremendo. En un segundo visionado, sabiendo que de las infinitas sombras de la casa no va a aparecer nada, este miedo se diluye. Igualmente la cortina roja al final del pasillo genera la misma incomodidad. Es especialmente potente el plano, que prácticamente está dividido en dos, de la habitación amarilla a un lado y el pasillo oscuro al otro. La mujer, Rene, mira la total oscuridad, esperando a que aparezca de ella su marido. Pero nadie sale de ahí. Es todo negrura.

La casa es bastante desasosegante. Las paredes de un color muy pardo. Feo. Poquísimos muebles. Por fuera no es mucho mejor. Todos los muros grises. Un ventanal y por lo demás ventanas verticales finísimas. Además la televisión está en un rincón muy extraño, como alejada de todo. Un lugar perturbador desde luego.

Es muy difícil seguir toda la película. Después de haber visto todas las películas de Lynch sí reconocemos lugares comunes. No sólo eso, sino además elementos que nos ayudan a ubicarla. En esta película se lleva al extremo este juego que le gusta a Lynch de la dualidad de personas. El protagonista dice querer recordar las cosas a su manera. Así decide olvidar el asesinato de su mujer. Del mismo modo que el segundo protagonista decide olvidarse de cómo mató al hombre que mantenía a su amante.

Ambas historias se concitan en la cabaña donde vive el hombre sin cejas. Quien en los créditos aparece reflejado como hombre misterioso. Lo que ocurre alrededor de este lugar nunca está claro. El caso es que el hombre misterioso es evidentemente un símbolo de violencia, de crimen. Es amigo del tipo rico. Un hombre que actúa muy parecido a Robet deNiro en su etapa más madura. Esas sonrisas constantes, esos ojos pequeños y esa mandíbula que se tuerce a cada rato.

La mujer, como muchas veces en el cine de Lynch aparece como objeto de deseo. Siempre que aparece en escena la película se vuelca con ella. Prácticamente olvida todo lo demás y se centra en observarla. En particular sus momentos más sensuales nos los dan las conversaciones por teléfono. Susurros mientras mueve muy ligeramente los labios pintados. Así por ejemplo cuando la mujer baja los escalones de su casa, está con bata de una tela finísima nada debajo y unos taconazos.

Los celos e infidelidades ya sabemos que están entre los temas favoritos de Lynch. En este caso muestran cómo una misma situación puede acabar de dos formas distintas. Ambas historias hablan entre sí. En ambos casos hay un asunto de celos de hecho por la misma mujer. El chico joven apaga la radio al escuchar las terribles notas que salen del saxofonista asesino. Él es con quien la mujer está siendo infiel y mata al hombre rico. En la otra historia el marido de la mujer mata a la propia mujer. El presunto “otro hombre” no muere asesinado por el marido, sino por el chico joven.

Otro gran asunto de Lynch que aparece de forma muy presente en esta película es la electricidad. En cuanto el pasillo del motel se deforma vemos relámpagos por todas partes. Al mecánico le sangra la nariz. Tiene visiones… Esta parte no me interesa demasiado, es la parte ambientada con música de Rammstein y Marilyn Manson.


viernes, 15 de octubre de 2021

EL VALLE DE GWANGI

Dir.: Jim O'Connolly
1969
96 min.

Le debe todo a “King Kong”. Primero por el argumento. Pero más importante, es evidente que la vocación de esta película es explotar las peleas de dinosaurios que se insinuaban en aquélla. Por último la técnica del stop-motion coincide en ambas obras.

La película tiene fallos por todas partes. Todo en lo que se puede sostener es en la artesanía de las animaciones. Pero en realidad la película en su argumento está volcada en Gwangi, el tiranosaurio. Aparecen otros animales, pero él es quien más minutos se lleva. A todas luces demasiados. En este sentido terminamos muy hartos de él.

Quizás la criatura más interesante sea el caballo diminuto. La marioneta es fea a más no poder. La cara se parece infinitamente más a un capibara que a un caballo. El movimiento está bastante bien conseguido y nos proporciona los primeros ejemplos de uno de los errores técnicos más frecuentes de la película: los cambios de escala aberrantes. A esta marioneta le ocurre también que el pelaje, absurdamente largo para un caballo, vibra con cada fotograma.

Como digo toda la película es una excusa para mostrar al tiranosaurio, ya sea luchando contra un triceratops, un pterodáctilo, personas o un elefante. Se dibuja a un ser tan violento que uno se pregunta cómo aún existen otros dinosaurios en la Ciudad Encantada. Las luchas entre humanos y Gwangi son muchas y larguísimas. En particular hay un momento en el que hasta 4 personas intentan atarle con lazos. El momento cumbre de esta escena y el que nos hace agradecer haberla visto es cuando el dinosaurio se quita las cuerdas con sus diminutas manos.

Más interesante, pero igualmente eterna, es la pelea con el pterodáctilo. Un tipo intenta partirle el cuello. Aquí se alternan planos lejanos con stop motion y planos cercanos donde los extremos de las alas no entran en el cuadro. Evidentemente hay operarios que las están moviendo para hacer la impresión de que lucha. Como esta pelea llega bastante pronto, la disfrutamos mucho: aun no nos hemos cansado de ellas.

El único personaje realmente positivo es T.J., la heroína. El chico, que será quien termine con el dinosaurio, es malo. Nos cuentan su historia sólo para justificar que sea él quien se lleve la gloria por acabar con la bestia provocando un incendio en la Catedral de Cuenca. Pero vaya, no nos interesa nunca nada de lo que nos cuenta.

La chica protagonista está muy atractiva con ese pantalón ceñidísimo a su cintura. Los títulos de crédito están diseñados por Saura y lucen como tales.


viernes, 8 de octubre de 2021

LA ÚLTIMA ETAPA

Dir.: Wanda Jakubowska
1948
106 min.

La trama se desarrolla casi exclusivamente en el hospital femenino de Auschwitz. Esto nos permite ver el trato directo entre nazis y prisioneras. La película se aleja por tanto del militarismo al que nos tiene acostumbrados el cine americano cuando trata este tema. De igual modo vemos que estos nazis no son las máquinas de matar que son los soldados del cine americano. Más bien son seres bastante pasionales y algo rastreros. Así los vemos cómo en el espolio a los judíos los funcionarios se llevan una parte de forma corrupta y completamente asumida.

Sí se refleja esta frialdad en los altos cargos, pero ninguno de ellos pisa nunca el campo. Quizás el momento más frío es cuando un ingeniero habla acerca de cómo mejorar los hornos crematorios para aumentar su productividad. En esta misma escena se debate la conveniencia de poner a trabajar a los prisioneros, ya que matarlos directamente es una gran pérdida de mano de obra.

La esperanza de las prisioneras se vuelca totalmente en el frente ruso. De los americanos nunca se habla como salvadores. Es cierto que a ellas les queda mucho más cerca el frente ruso que la costa francesa, pero igualmente es un enfoque que no parece muy frecuente en las películas americanas.

Se ve reflejada también la crueldad entre prisioneras. Aunque es un asunto que está edulcorado para hacer más heroicas a las protagonistas. Los personajes más crueles de la película son las prisioneras que tienen un cargo sobre el resto. Los alemanes designan a prisioneros como último eslabón en la cadena de mando. Son quienes más contacto tienen con ellas y por tanto quienes más oportunidad tienen de propasarse. El otro personaje que es altamente despreciable es una prisionera que viene de un alto estatus social y que asegura no ser judía. Es un ser incompetente, imbécil, a quien se la engatusa leyéndole las cartas utilizando para ello una baraja de póker.

La interpretación que más llama la atención es la del militar con traje oscuro y hablar tranquilísimo. Sus pantalones anchísimos y su vestir en general le dotan de gran elegancia que acompaña con su calma. Quizás este personaje justamente se parezca más a los nazis a los que nos acostumbra el cine americano. Además de él los soldados que simplemente vigilan el campo son los otros seres tremendamente deshumanizados. Más que soldados parecen elementos del paisaje.

La vez que la cámara más se esfuerza por realzar a un personaje es el suicidio de la mujer que trata de escapar. Mientras los nazis están a punto de ahorcarla, ella se corta las venas. En ese momento empieza un discurso para motivar a los prisioneros mientras el ejército rojo cruza el cielo disparando a los nazis. Ahí la cámara graba en contrapicado muy al estilo del cine soviético.


viernes, 1 de octubre de 2021

INFILTRADO EN EL KKKLAN

Dir.: Spike Lee
2018
128 min.

La película no invita a la reflexión. Es una reivindicación. Es una peli de negros riéndose del racismo de los blancos. El mensaje es claro, la estructura de la peli es conocida pero es enormemente efectivo.

Pocos mensajes hay tan incuestionables como el de esta peli. Por esto pasas toda la peli con una sonrisa cuando ves que les salen las cosas bien a los negros. De hecho en una peli con esta estructura, cerca del clímax se habría desmoronado todo de forma que los protagonistas consigan sus objetivos por una serie de fortuitas casualidades que los lleven a un gran triunfo. En este caso nunca se llega a desmoronar, porque los negros son los dueños.

El personaje protagonista es maravilloso. Un gran sentido del deber. Aun así con las ilusiones de un novato. Es genial esa primera llamada al KKK para pedir su ingreso. Además se agradece que no haya el típico prólogo de sus jefes desconfiando de él y todas esas cosas que habrían ralentizado mucho la peli.

Los fascistas son una caricatura. Esto es un negro, el director, riéndose por completo del grupo contra el que se quiere revelar. Pero el caso es que funcionan bien. En algún momento el humor negro del personaje judío resulta algo repetitivo pero en general funciona muy bien.

La fotografía es excelente para conseguir unos tonos de piel negra muy oscuros y aun así mucha nitidez para sus expresiones faciales. Especialmente llamativo es el mitin político donde se muestran caras de negros de muchos tonos en la penumbra como con olas de luz.

El final es especialmente llamativo. Cuando es una peli de estructura clásica el negro se llevaría sus cosas a casa para celebrar el trabajo bien hecho y se meterían unos planos donde se nos presentaría un futuro mejor para él, aquí nos rompen. Cuando después de un clímax espectacular parece que no hay nada más que esperar de esa peli, nos agarran del cuello y nos impiden que nos vayamos todavía. Se suceden imágenes de manifestaciones en contra del racismo y los apoyos de grupos xenófobos a Donald Trump. Supongo que por esto la peli no envejecerá bien, pero ahora es absolutamente efectiva.


viernes, 24 de septiembre de 2021

XXY

Dir.: Lucía Puenzo
2007
86 min.

Las temáticas de homosexualidad y transexualidad son relativamente frecuentes en el cine. No lo es tanto el hermafroditismo. El personaje en cuestión tiene un nombre que permite a la película pasar todo su metraje sin asignarle un género definido. Se llama Álex. Es cierto que la gran mayoría de personas le tratan en femenino.

Lo primero que llama la atención de la película es la cantidad de momentos de desnudo del torso de el protagonista tiene. No es para menos ya que ese cuerpo es el gran desencadenante del conflicto. No recuerdo en cuántas escenas podemos ver a Álex mirándose al espejo. Principalmente clavando su mirada en unos genitales que la cámara nunca refleja.

La película plantea una serie de decisiones a las que se tiene que enfrentar tanto Álex como su familia. Por ejemplo decide dejar de tomar la medicación que retrasa su desarrollo masculino e impide, por ejemplo que le salga barba. Del mismo modo tiene que elegir la operación para decantarse por un sexo. Eso es doblemente complicado, primero hay que decidir si hacer o no la operación. Hacerla la convertiría en “normal”. Pero después habría de elegir operación hacia qué sexo. Otra decisión que tomar es cómo gestionar la situación con su entorno. Unos invitados de la familia hablan de no ocultarlo. A lo que la madre de Álex responde que su hijo no es un fenómeno, no es algo que haya que mostrar.

La escena más potente de la película sin ninguna duda es el primer contacto sexual de ambos adolescentes que coinciden en la casa. En el primer diálogo memorable de la película Álex le pregunta al recién llegado si se masturba. Él dice que sí. Álex contesta que también. Y, sin solución de continuidad, le propone tener sexo. Es una escena muy desconcertante, por un lado es totalmente inverosímil, pero por otro los personajes hablan con total llaneza.

El caso es que el diálogo siembra una tensión que se soluciona en el escondrijo de Álex. El punto de atrevimiento de la película es colocar a Álex como activo y al otro chico como pasivo. El padre del chico le dice que temía que fuera gay, que le reconfortaría saber que a su hijo le gusta Álex. Claro, de qué manera esto habría sido un bálsamo para él si sumamos el dato de que su hijo es pasivo.

Las interpretaciones son bastantes correctas. La cara del recién llegado es lo más molesto de ver en pantalla. Supongo que para aumentar la sensación de novato en todo es una cara de alguien que no se entera de nada. Así casi parece que lo que le ha gustado del encuentro sexual con Álex ha sido la novedad más que otra cosa. Cabe destacar que Álex es menor en edad que él. Pero la personalidad de Álex arrasa la del novato todo el rato.

Al final Álex confiesa el enamoramiento por el recién llagado. Algo que es un mundo para ellos, pero que no debería importarnos a los espectadores; sólo un amor adolescente. El conflicto está en que mientras Álex llora por amor, acusa al chico de querer sólo sexo con ella. Y digo ella porque en las narrativas habituales este es el papel femenino. Pocos conflictos de este estilo se han dado con los roles cambiados. Lo cierto es que por la falta de personalidad del chico primero no entendemos bien que alguien se puede enamorar de él, pero más importante sospechamos que él ni siquiera tenga claro lo que siente hacia Álex.